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Ha empezado la cuenta atrás y se nota. Una vez ha pasado el parón navideño, con la frontera que marca en la Isla la festividad de Sant Antoni, se han desatado las hostilidades en el ámbito puramente político con las elecciones municipales, para las que todavía quedan tres meses, en el punto de mira. El envío de comunicados y la convocatoria de ruedas de prensa aumenta con el paso de los días. La maquinaria comunicativa de los partidos, sobre todo PP y PSOE, se ha puesto en marcha. Hay más papel, lo que no quiere decir que haya más materia. Comunicar no es informar.

Ayer el fuego cruzado se produjo en Maó. El PP, a través de sus concejales Juan Manuel Lafuente, Josefa Morillas y Virginia Victori, denunció a media mañana que el alcalde Vicenç Tur había usado fondos públicos para invitar a 110 mujeres a comer en un restaurante del puerto de Maó. El objetivo del encuentro era darles a conocer la realidad del municipio desde la perspectiva del sexo femenino. Sin prensa y sin representación de ningún otro partido del equipo de gobierno municipal. El encuentro se produjo este pasado sábado por la tarde.

1.620 euros
Un par de horas más tarde llegaba la respuesta inmediata del PSOE, calificando las acusaciones del PP de falsas y precipitadas. El acto había sido organizado por la Agrupación Local del PSOE, que corrió con todos los gastos. Los socialistas aportan la factura: 1.620 euros por un aperitivo con 150 personas.

Pero no se conforman con el desmentido. El PSOE arremete contra el PP, y señala que en ningún caso el acto habrá sido tan caro como la organización de la convención regional de los populares, también celebrada el fin de semana en Maó, y apunta que ni siquiera se usó un espacio público, como sí hizo el PP en un acto con Rosa Estaràs.

El tono de la nota del PP no es menor. Juan Manuel Lafuente tira con bala y pide a Vicenç Tur que "se tranquilice. No pasa nada si en tres meses debe buscar trabajo".
Y todavía quedan por delante tres largos meses.