Ronda. La Policía Local detuvo al responsable del intento de robo, un varón de 35 años de Maó - Archivo

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No resulta extraño en los últimos meses toparse con informaciones relacionadas con robos en viviendas de la Isla aunque, en ocasiones, este tipo de sucesos dejan tras de sí anécdotas dignas de recordar. Es el caso de un vecino de Es Mercadal, J.C.A, de 33 años, que el pasado lunes dio un ejemplo de heroicidad al conseguir inmovilizar al individuo que había allanado su casa y que posteriormente fue detenido por la Policía Local del municipio.

Poco podía imaginar el joven mercadalenc que su paseo diario con su perro tendría un final tan insólito. Como muchas otras tardes, J.C.A, residente en la Ronda de S'Estància, salió con su mujer alrededor de las 18 horas para dar una vuelta con su bulldog inglés y realizar algunas compras.

Durante su ausencia, un individuo se encaramó hasta la terraza del piso superior de la vivienda e intentó forzar la vidriera del comedor con un destornillador y un cincel. Precisamente en ese instante, en torno a las 19 horas, J.C.A llegó a casa solo, ya que su mujer estaba todavía en el supermercado.

Entró por la puerta del garaje y escuchó un ruido extraño. Tras deshacerse de su correa, la mascota corrió hacia la zona del patio de la planta baja y el joven le siguió. Fue entonces cuando el estruendo provocado por la caída al suelo de una herramienta de hierro dejó claro a J.C.A de que algo no iba bien.

"Me llevé un buen susto", asegura el vecino de Es Mercadal, quien explica, incrédulo, que vio cómo el supuesto ladrón saltó desde la terraza de la primera planta en la que se encontraba. "Su intención era caer sobre la pared que separa mi casa de la del vecino pero estaba mojado y me dio la sensación de que resbaló", indica.

Inmovilización
El individuo se desplomó en su patio y J.C.A no lo dudó ni un instante. Actuó de manera instintiva y se lanzó sobre el atracador, al que inmovilizó. En un primer momento, el ladrón intentó escapar pero el mercadalenc asegura que, al verse sujeto, ofreció poca resistencia. "Me suplicaba que lo soltase y parecía asustado", explica.

Con una mano agarraba al individuo mientras en la otra portaba el cincel que se le había escurrido al atracador durante su intento de huida, aunque asegura que no llegó a utilizarlo en ningún momento.

Mientras tanto alertó de lo sucedido a la Policía Local que, al personarse en su domicilio, procedió a detener al individuo, un varón de 35 años y residente en Maó. J.C.A puntualiza que el ladrón no llegó a entrar en la vivienda ya que, al parecer, él regresó a casa cuando éste se encontraba todavía intentando forzar la vidriera.

¿Heroicidad o imprudencia?

"Los agentes todavía estaban en casa cuando llegó mi mujer, que se puso a gritar asustada", indica el mercadalenc, quien afirma resignado que su familia no aprueba su hazaña al considerar que enfrentarse a un individuo que portaba una herramienta punzante fue una temeridad. "La verdad es que mi reacción fue algo inconsciente porque me hubiera podido clavar el destornillador", asevera.

Por el contrario, J.C.A fue uno de los protagonistas de la jornada de ayer en Es Mercadal. La proeza del joven corrió como la pólvora entre los vecinos del pueblo y muchos fueron los que aplaudieron su valentía y coraje.