Vicente. Su sonrisa iluminó la presencia del ‘Pater’ en todas las circunstancias que vivió a consecuencia de las múltiples tareas desarrolladas a lo largo de su vida - Archivo

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Con 22 años, asumió un compromiso en un tiempo en el que secularizarse, según sus propias palabras, era "horrible" y lo hizo consciente de qué se trataba "de que tu corazón esté tan disponible que puedas querer a todos, que se puede entregar a todos". Vicente Macián Cólera, el Padre Macián, el 'Pater', fallecía en la madrugada del sábado después de una vida plena de sabiduría y amor.

En sus seis décadas de sacerdocio- fue ordenado el 15 de agosto de 1950- el 'Pater' entregó a quienes se cruzaron con él en las diferentes facetas de su vida su corazón, pero también su vitalidad desbordante, una bondad incrementada a costa de su genio vivo y su inconformismo, su profundo sentido religioso, su vasta cultura, su presencia cercana y enriquecedora.

El padre Macián nació el 1 de noviembre de 1927 en Maó en el seno de una familia militar y religiosa. Ingresó a los 13 años en el Seminario Diocesano y cursó los estudios eclesiásticos de Humanidades, Filosofía y Teología, que concluyó en el Seminario de Mallorca y la Universidad de Salamanca, ampliándolos con la licenciatura de Filosofía y Letras, especialidad de Filología Clásica, que cursó por libre en la Universidad Central de Barcelona.

Tras su ordenación fue destinado a Sant Lluís, donde ejerció su ministerio como coadjutor hasta 1954, año en el que fue nombrado párroco de Sant Climent, si bien debió suspender su labor pastoral en la pedanía mahonesa a consecuencia de un accidente de motocicleta. Tras un año de recuperación, el 'Pater' fue nombrado en 1958 vicario de la parroquia del Carmen de Maó y en 1959 párroco del Roser de Es Castell.

Posteriormente desplegó su ministerio durante diez años en la parroquia de Sant Francesc y en La Concepción, de la que fue vicario seis años, y en su ansiada Santa María, en la que ha sido vicario y colaborador y a la que ha estado vinculado hasta su fallecimiento. La labor parroquial la complementó el padre Macián con su dedicación, a principios de los años 60, al movimiento de Cursillos de Cristiandad, así como a Acción Católica.

El 'Pater' compaginó su vocación sacerdotal con la docencia -dio clases particulares, fue profesor de latín y griego en el Instituto Joan Ramis i Ramis, del que había sido director espiritual, e impartió clases de Filosofía en el Seminario Diocesano, y el periodismo-centrándose en la información religiosa y cultural desde las páginas de "Es Diari"-, siendo durante algunos años Delegado diocesano de Medios de Comunicación Social. Asimismo, ejerció de ayudante del capellán castrense, Damián Coll, y de capellán de los hospitales Verge del Toro y Mateu Orfila, desde sus inicios hasta la actualidad, lo que lo convirtió en Delegado diocesano de Pastoral de la Salud.

Esta intensa vida de entrega a los demás le procuró la consideración y el afecto de la sociedad menorquina que tuvo su justo reflejo en la concesión por parte de Editorial Menorca del Premio Protagonista de la Vida Menorquina 2010 en Actividades Socioculturales en el marco de la pasada Diada de Sant Antoni, un reconocimiento que también le había brindado en 2009 la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil y que perseguía Sine Dolore con la propuesta de poner el nombre del 'Pater' a una capilla.