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Los trabajadores de Quesería Menorquina no acudirán ni hoy ni mañana al trabajo. La dirección ha concedido a la plantilla un permiso retribuido de dos días. La empresa exonera a los operarios de la obligación de acudir a sus puestos de trabajo ante la falta de materia prima con la que mantener las líneas de producción.

La planta lleva días prácticamente paralizada y hasta la fecha los empleados cumplen su jornada laboral realizando trabajos de mantenimiento y tareas auxiliares, en su mayoría de limpieza. Según ha podido saber el "Menorca" este permiso, que fue comunicado a la plantilla el pasado viernes, también se ha concedido a los trabajadores de otras empresas del grupo Nueva Rumasa. La decisión se produce apenas unos días después de que Quesería Menorquina abonara a la plantilla el 40 por ciento de la nómina de enero. A fecha de hoy, con la nómina de febrero aún pendiente de cobro, la empresa adeuda en salarios alrededor de 540.000 euros.

División hotelera

Por otra parte, la división hotelera de Nueva Rumasa, que la familia Ruiz Mateos ha puesto a la venta, tiene una deuda que supera los 200 millones de euros, principalmente créditos hipotecarios, según informaron a Europa Press en fuentes del mercado. De esta forma, este importe supone casi un tercio de los 700 millones de euros que, según la compañía, suma el endeudamiento financiero total de todas las empresa de la familia Ruiz Mateos.

El valor de los activos hoteleros que Nueva Rumasa ha puesto a la venta, integrados bajo el grupo Hotasa es "muy difícil" de cuantificar y se fijará en función de cómo se posicione y reaccione el mercado de forma que se determinará con la oferta más atractiva. La familia Ruiz Mateos ha puesto a la venta los quince hoteles del grupo Hotasa, actualmente en fase 'preconcursal', con la intención de desprenderse de ellos en bloque, agrupados o de forma individual.

El 'holding' ha contratado a la consultora internacional Christie+Co para asesorarle en la venta de dichos activos, siete de ellos ubicados en Balears, seis en Canarias y dos en Andalucía, con lo que Nueva Rumasa sólo se quedaría, en principio, con el complejo turístico que la familia posee en Santo Domingo (República Dominicana).

Precisamente, la familia Radó interpuso una demanda contra Nueva Rumasa por el impago de parte del importe de la venta de dos de estos hoteles, uno Gran Canaria y otro en Mallorca, en 2008 (por 69 millones de euros), unos activos en los que los empresarios mallorquines contaban con una participación minoritaria, del 18 por ciento.