La convocatoria de 22 días de huelga en la red de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) se mantiene, después de que ayer el encuentro entre los representantes de los sindicatos Comisiones Obreras (CCOO), UGT y USO y los del ente gestor finalizara sin acuerdo. Los paros fijados para los días de la Semana Santa y las operaciones salida y retorno de las vacaciones de verano se mantienen y, de no fructificar las negociaciones, el Aeropuerto de Menorca se paralizará en fechas clave para el sector turístico.
Así lo manifestó ayer el secretario general de CCOO en la Isla, Ramon Carreras, quien también es uno de los dieciocho miembros de la Ejecutiva estatal del sindicato en AENA. Carreras defendió la postura sindical y aseguró que el conflicto es de carácter social, y no solo laboral, ya que la privatización de la red de aeropuertos supondrá un importante perjuicio para los aeródromos más pequeños, como el de Menorca, en el que más de 200 trabajadores están llamados a secundar la huelga.
Billetes más caros
Aunque el sindicalista dudó de que llegara a producirse el cierre de un aeropuerto como el menorquín, si auguró que ése será el futuro de instalaciones de provincias que actualmente son deficitarias y que ven reequilibradas sus cuentas al formar parte de la red pública. "No somos comparables a otros países europeos, tenemos la red más grande por kilómetro cuadrado, con 47 aeropuertos y dos helipuertos, porque es una estructura estatal con una caja única, si rompemos esa caja la red no es sostenible", declaró el líder de CCOO en Menorca. Las consecuencias para la Isla, si bien no llegarían al cierre, según aseguró, serían un empeoramiento de las conexiones y un aumento del precio de los billetes que cifró entre un 30 y un 60 por ciento "porque las tasas, que son las más bajas de Europa, se van a disparar". Carreras subrayó que los aeropuertos "no cuestan un céntimo al ciudadano" porque la financiación de AENA no llega vía Presupuestos Generales del Estado sino de sus propios recursos."La codicia del capital".
Ramon Carreras incidió en que solo dos o tres grandes empresas, como Ferrovial, Abertis y FCC -esta última en unión temporal con operadores del norte de Europa-, podrían optar a hacerse con los aeropuertos españoles, "la última joya de la Corona, que supone entre un 8 y un 10 por ciento del PIB del país y que tiene un volumen de negocio de muchos millones de euros, con casi 200.000 empleos directos y que mueve grandes obras". Un pastel apetecible y que según el sindicalista despierta "la codicia del gran capital".
Sobre los efectos de una huelga en un sector turístico a punto de iniciar la recuperación, Carreras recordó que el Gobierno anunció el cambio de modelo en la gestión aeroportuaria en 2008, sin sentarse a negociar, y que en marzo de 2009 los trabajadores realizaron paros de una hora para no perjudicar a los viajeros. "Hasta que no se ha convocado una huelga no se han sentado a negociar", criticó Carreras.
Lema afirma que se ofrecen garantías a los trabajadores
El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, consideró ayer "injustificable" que los sindicatos mantengan la convocatoria de huelga tras haber recibido "por escrito" la propuesta del gestor aeroportuario, según la cual las concesionarias tienen obligación de mantener los puestos de trabajo y los trabajadores seguirían disfrutando de las condiciones recogidas en su convenio. Según Lema, una vez entregada la propuesta la convocatoria de huelga está "totalmente injustificada" ya que ofrece garantías a los trabajadores.
Los empleados que pasen a trabajar en la concesionaria quedarán en excedencia laboral en AENA y, en caso de reingreso, el tiempo que se trabajó en la concesionaria contaría a efectos de antigüedad.
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