TORRE-sOLÍ. La urbanización de Alaior, próxima a la playa de Son Bou, crecerá en los próximos años en 68,5 hectáreas y 1.641 plazas turísticas - Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Alaior ha aprobado recientemente la reordenación del segundo sector de Torre-solí, la mayor zona de crecimiento turístico con la que contará a partir de ahora el municipio alaiorense. Además, la consolidación de esta zona urbanística supondrá una importante entrada de patrimonio urbanístico para el Consistorio, que recibirá terrenos cuyo valor podría acercarse a los dos millones de euros.

La reordenación del segundo sector de Torre-solí supone la habilitación de 685.000 metros cuadrados de terreno como "la mayor reserva de crecimiento turístico del municipio", según explica el alcalde de Alaior, Pau Morlà. En esta superficie se permitirá la creación de 1.641 plazas turísticas, lo que supone una previsión máxima de población de 3.974 personas, casi la mitad que antes del Plan Territorial Insular. La mayoría de estas plazas son residenciales. Así, se permitirá la construcción de un máximo de 146 viviendas unifamiliares aisladas, y como mucho 251 viviendas unifamiliares en régimen de condominio. El resto de las plazas, 450, serán hoteleras y se dividirán en dos zonas con idéntica capacidad cada una.

La dimensión de esta reordenación se entiende, asegura Pau Morlà, cuando se compara con las perspectivas de crecimiento de otras zonas turísticas del municipio. Así, en la zona próxima de Sant Jaume solamente queda terreno para construir un hotel; en Son Bou la posible urbanización se ha visto altamente complicada por los procesos judiciales como el de Princesa Son Bou; en Cala en Porter restan por urbanizar unas pequeñas parcelas, y en Son Vitamina el proceso ya está en marcha, pero es de menor envergadura (se crean 387 plazas turísticas).

Además de suponer un recurso para la expansión de la industria turística, la reordenación del segundo sector de Torre-solí es un bombón económico para el Ayuntamiento de Alaior, que tras las cesiones de terreno obligatorias por parte de los promotores tendrá 17 parcelas para la construcción de chalets unifamiliares, dos áreas comerciales, zonas para equipamientos deportivos, educativos y sociales, y dos áreas para construir viviendas en condominio. Además, el Consistorio será el propietario de las más de treinta hectáreas de zona verde.

Este patrimonio ahora mismo no supone un alivio para las arcas municipales, pero el Consistorio ya tiene decidido subastar parte de estos terrenos en breve. Los primeros cálculos sobre los terrenos que se pondrán a la venta (seguramente varias parcelas unifamiliares y una en condominio) estiman que el Consistorio podría ingresar unos 300.000 euros, si bien el equipo de gobierno tiene claro que el actual no es el mejor momento para obtener rendimiento del patrimonio inmueble. "Para el Ayuntamiento, tener esta reserva es algo muy importante", comenta Morlà.

El nuevo sector de Torre-solí se conectará con la zona ya urbanizada de la zona más antigua. En su día, los trabajos de urbanización en esta primera fase quedaron afectados por la normativa territorial cautelar previa al PTI. Ahora, la conexión de las dos zonas exigirá unas obras complementarias, para las cuales el Ayuntamiento de Alaior ya ha concedido licencia a los promotores.

La reordenación se vio afectada en su día por la moratoria previa al PTI, y después por la aprobación de la nueva normativa urbanística insular. Tras el tijeretazo en las perspectivas de crecimiento, el Ayuntamiento de Alaior y los promotores de la urbanización optaron por la vía del acuerdo para desencallar la urbanización. Así, el Consistorio decidió tramitar la planificación del segundo sector de Torre-solí independientemente de la modificación del Plan General, para darle mayor agilidad.