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La juez del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma ha declarado el concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- de Quesería Menorquina y ha apartado temporalmente a los Ruiz-Mateos de la gestión, dejándola en manos de tres administradores judiciales.

En el auto dictado por la juez se nombra como administrador concursal al economista extremeño Fernando Bigeriego, quien a su vez es el administrador concursal de Carcesa (empresa también del grupo Nueva Rumasa en suspensión de pagos y propietaria del cien por cien de las acciones de Quesería Menorquina). Los otros administradores son Joan Boada, un abogado de Palma, y Bernardo Luis Mascaró Morera, un empresario de Alaior, como representante de los acreedores.

Con el nombramiento de los administradores judiciales Quesería abre un largo y tortuoso camino que debería concluir en su reflotamiento. Al menos ese es el deseo expresado en reiteradas ocasiones por el comité de empresa confiando en que bajo tutela judicial se tomen las primeras medidas para garantizar la viabilidad de la planta; obtener recursos financieros, desbloquear pasivos y activos (entre ellos los dos millones de euros prestados por el Govern) y recuperar la actividad plena en las líneas de producción.

Gracias al nombramiento de los administradores se podrá conocer el estado real de las cuentas de la fábrica, una condición "sine qua non" que ponen encima de la mesa los acreedores y los bancos para seguir confiando en Quesería y para que el plan de negocio sobre el que se asienta el reflotamiento pueda ser una realidad. Igualmente, se podrá dar luz verde a la aplicación del Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) tras el acuerdo alcanzado entre el comité de Empresa y Nueva Rumasa, y que aún está pendiente de materializarse.