Casat Llumena Nou. Es la construcción más antigua de las seis que el COAIB ha incluido de momento entre las propuestas de catalogación - Gemma Andreu

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Un edificio tiene más valor que el utilitario. Es una creación, concebida por uno o varios arquitectos en función de diversos aspectos, y recoge, como cualquier obra de arte, un significado que se debe relacionar con su ubicación tanto temporal como especial. Algunos inmuebles, por la calidad y peculiaridad de su diseño, destacan por encima del resto. Son piezas de museo dispersadas sobre el entramado geográfico.

El Colegio Oficial de Arquitectos de Balears (COAIB), consciente de ello, ha elaborado una lista de edificios singulares modernos que, a su entender, merecen esta condición de piezas únicas y, como consecuencia, un mayor nivel de protección por parte de los ayuntamientos, algo de lo que se les ha privado de momento por el hecho de contar con sólo unas décadas de vida.

La lista incorpora 42 edificios de Balears, de los cuales media docena están en Menorca. Los seis son de titularidad privada, la mayoría viviendas unifamiliares y todos construidos el siglo pasado con proyectos de arquitectos reconocidos. Se trata sólo del inicio de un trabajo que aspira a ser más amplio, con nuevas y constantes incorporaciones, según explicó ayer el vocal de cultural del COAIB, Martí Lucena. De Mallorca se han recogido 25 construcciones, diez de Eivissa y una de Formentera.

El colegio de arquitectos pretende con la divulgación de este listado llamar la atención de las administraciones locales para que vayan incluyendo construcciones modernas en sus catálogos de protección, edificios que por su juventud no han contado de momento con estos niveles de protección.

Diversidad

Los seis edificios de Menorca recogen ubicaciones y tipologías diversas, obras de arquitectos tan reconocidos como Francesc Femenías, Pedro Luis Mercadal, Josep Martorell, Oriol Bohigas o David Mackay, entre otros. Se encuentran tanto en la costa como en el interior (Residencia de religiosas y Parvulario), tanto en las ciudades como en las urbanizaciones o en el ámbito rural (Casat Llumena Nou).

Martí Lucena asegura que en el caso de Mallorca existe una mayor presencia de edificios no residenciales, como es el caso de centros educativos, espacios tecnológicos o fábricas.