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Los parques fotovoltaicos de Son Salomó y Binissafúller, así como la instalación de la entidad ecologista GOB, son los primeros miembros de la Associació de Productors de Energies Renovables de Menorca (APERM), que ayer se presentó en sociedad en un acto al que asistió la presidenta de la Asociación Nacional de Productores e Inversores en Energías Renovables (ANPER), Rocío Hortigüela, y en el que Luis Delclaux, presidente de la nueva entidad menorquina, expuso sus objetivos.

La asociación nace con la idea de aglutinar a todas las instalaciones de energías alternativas, muchas de ellas dispersas, al tratarse de plantas solares pequeñas. "Es una generación de energía muy distribuida, muy democrática, se puede instalar en cualquier sitio", señaló Rocío Hortigüela, presidenta de ANPER, una organización que reúne a 2.300 socios en toda España.

Por su parte, Eduardo Furró, miembro de la directiva del GOB (el grupo ecologista es socio fundador de la nueva entidad de energías alternativas), subrayó que el principal objetivo de APERM es promover el cambio de modelo energético en la isla, un proceso que calificó de "irreversible" pero que requiere tanto de la participación ciudadana como del apoyo de las administraciones públicas.

En este sentido, la asociación espera que se incorpore el parque eólico de Milà, en Maó, de iniciativa pública.

Según Furró, el cambio de modelo no responde "a algo sólo coyuntural", en alusión al último desastre nuclear en Japón, sino que "el modelo actual de incineración de materias fósiles y el nuclear nos ha llevado hasta hoy pero ya no tiene futuro, no permite seguir avanzando, y si se imputaran sus costes reales sobre el kilowatio se hubiera desmontado mucho antes", añadió.