El Hermano Mayor, Antoni Seguí, y la bordadora Esperança Torres, junto a la bandera. Es una réplica exacta de la original que quedará expuesta de forma permanente en su vitrina en la iglesia de Sant Francesc - Javier

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La cofradía del Via Crucis estrena estandarte. El deterioro causado por el paso del tiempo y la manipulación ha obligado a la cofradía a encargar una nueva bandera que va a sustituir a la original, estrenada en Semana Santa de 1943 y confeccionada en Maó siguiendo el proyecto de Francisco Hernández Sanz.

La nueva enseña será bendecida por el obispo Salvador Giménez y el párroco Antoni Fullana el Domingo de Ramos a las 18.15 horas en el marco del Via Crucis que se celebra en la parroquia de Sant Francesc.

Los talleres de la bordadora Esperança Torres en Ciutadella han sido testigos del proceso de creación de este nuevo estandarte con forma de guión y que ha sido confeccionada a imagen y semejanza de la original. Tiene una longitud de 2,40 metros y ha sido bordada sobre tela imitación de damasco negra y rematada con flecos rizados. Si bien la insignia auténtica había sido creada a partir de hilo de oro y plata, la réplica es una fiel imitación de estos tonos.

La bandera lleva bordados el escudo franciscano y el de la ciudad de Maó en seda de colores. En el centro se representa la cruz latina plateada con unas huellas, símbolo de las llagas de Jesús en manos, pies y costado. Esta representación está enlazada con unos realces decorativos que se recogen en un escudo orlado de perlas y pedrería fina. En el centro de esta orla se aprecia la corona de espinas y los tres clavos, símbolo de la pasión, además del paño blanco del descendimiento.

La cofradía del Via Crucis cuenta con unos 500 cofrades.