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La liquidación del presupuesto municipal de Sant Lluís correspondiente a 2010 ha arrojado un resultado positivo de 1.203.737 euros, mientras que la deuda viva a finales de año ascendió a 5.401.851 euros, lo que representa el 60 por ciento de los ingresos liquidados, según la información económica presentada ayer por el alcalde Llorenç Carretero y los tenientes de alcalde Carol Maquès y Remi Lora.

La responsable de Economía, Carol Marquès, subrayó que el esfuerzo de los miembros del equipo de gobierno, formado por PSOE y PSM-Verds, ha sido fundamental para alcanzar un resultado presupuestario fruto del control del gasto y de haber priorizado las inversiones. Así, Marquès señaló que los derechos de cobro a finales de 2010 ascendieron a 3,2 millones, mientras que el importe de las obligaciones de pago era de 1,9 millones, lo que representa una disminución de un millón y 1,3 millones, respectivamente, en un plazo de dos años.

Marquès informó que el remanente de tesorería a finales de 2010 ascendió a 1.148.228 euros, lo que permitió continuar con la dinámica ascendente desde 2004, con la única excepción del ejercicio de 2007 en el que no se llegó a formalizar un crédito para inversiones contemplado en el presupuesto del aquel año.

Por otra parte, Marquès señaló que el cumplimiento del Plan Económico y Financiero, aprobado en 2008, ha permitido liquidar el presupuesto del año pasado de una forma satisfactoria. Las arcas municipales contabilizaron en 2010 el incremento prácticamente de un millón de euros en el ingreso de los impuestos directos -como el IBI- y, además, de casi 800.000 euros en las transferencias de capital, es decir, del cobro de subvenciones de otras administraciones.

A pesar de que la estabilidad presupuestaria ya se consiguió en el ejercicio de 2009, el equipo de gobierno valoró la necesidad de completar la vigencia de dicho plan hasta 2011, al objeto de garantizar un remanente de tesorería que generase la liquidez necesaria para afrontar los pagos a los proveedores que, según Marquès, se realizan en un plazo de entre los 30 y 60 días.

El alcalde Llorenç Carretero justificó la existencia de una deuda municipal por importe de 5,4 millones al haberse realizado la construcción del geriátrico y centro de día, un equipamiento asistencial que consideró de primera necesidad. Carretero también resaltó los resultados satisfactorios de la liquidación presupuestaria de 2010, a pesar de la incidencia de la crisis económica.