Charla. Isabel Martorell, durante una conferencia ofrecida en la federación de la pequeña empresa - Gemma Andreu

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Un taxista y un camarero fueron los dos primeros afectados por la firma de un contrato bancario 'swap' que acudieron a las oficinas en Balears de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios y Financieros (AUSBANC) hace poco más de dos años.

Fue entonces cuando empezó a detectarse el problema de un producto financiero que se comercializó como un seguro, para protegerse de posibles subidas de los tipos de interés, pero que se destapó como "un producto de alto riesgo, otro producto tóxico más". Así lo asegura Isabel Martorell, delegada de AUSBANC en las Islas, quien no se cansa de animar, tanto a personas físicas como a empresas, a que revisen los contratos firmados con sus entidades bancarias, a menudo sin saber bien que se trataba de un producto financiero complejo, que en un lenguaje llano vendría a resumirse como "una apuesta con el banco sobre la evolución del euribor".

Con ventaja
La delegada de la asociación asegura sin embargo que la banca apostaba con ventaja, porque "no se dijo a los clientes que los tipos podían bajar, cuando en 2007 el BBVA elaboró un informe que es público en el que se advertía de una posible bajada de tipos". Otro indicador era el comportamiento de los bonos y obligaciones del Estado, asegura Martorell, por lo que las entidades financieras habrían comercializado productos como los 'swaps', 'clips', cuotas seguras, permutas y coberturas para hipotecas –todos ellos términos utilizados para el mismo tipo de contratos-, "para no perder dinero" con la bajada de los intereses.

AUSBANC cuenta con más de cuarenta sentencias a su favor de asociados que han reclamado la nulidad contractual en relación a los 'swap', aunque su delegada en las Islas asegura que en Menorca cuesta más que "el interés y la indignación" de los afectados, sobre todo pequeñas empresas, se transforme en una reclamación legal. "En Mallorca y el resto de España la gente reclama sin problemas, aquí a muchas empresas que dependen de una entidad para su financiación les es más complicado, y más en estos momentos de crisis, en los que es difícil acceder al crédito", ha señalado. Asimismo Martorell ha recordado que, según una sentencia del Tribunal Supremo, el plazo para reclamar por un 'swap' no finaliza hasta que no finaliza el contrato, y que incluso se puede solicitar su nulidad pese a haberlo cancelado anticipadamente o si se ha solicitado financiación para poderlo cancelar.

"Ahora los bancos están llegando a acuerdos", destaca la responsable de AUSBANC, como la devolución de cantidades aportadas o "pagar menos por la cancelación" del contrato, a la vista de la actuación de los jueces. El Banco de España también ha intervenido en el conflicto, asegura, en los casos en los que los usuarios están atrapados entre un 'swap' y una cláusula suelo en sus hipotecas, por lo que no se han podido beneficiar de las bajadas de tipos y han llegado a pagar hasta cinco veces más en las cuotas de sus préstamos hipotecarios. "Uno de los dos productos debe ser eliminado", manifiesta Martorell, quien añade que "curiosamente" la mayoría de los contratos de estos "falsos seguros" se dieron en los años 2007 y 2008 "cuando se sabía que los intereses iban a bajar".

Para la delegada de AUSBANC el problema no estriba en el producto en sí, sino en la forma de comercialización y en la falta de información a los clientes de los bancos. "Si uno quiere asumir el riesgo lo hace, lo que no puede ser es que se comercialice de forma incorrecta y a las personas inadecuadas", ha afirmado.

Martorell asume que la labor de AUSBANC, creada hace 25 años, es "molesta" para los bancos, pero añade que "si el 98 por ciento de las reclamaciones que nos llegan se refiere a las entidades financieras, será porque no lo hacen tan bien".