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Autoficha Me llamo Petra Bauer y tengo 56 años. Nací en Munich, Alemania, pero llegué a la Isla para trabajar de guía en 1978, cuando conocí a mi marido y decidí quedarme. He trabajado para Iberostar durante 27 años. Actualmente me dedico a colaborar con la asociación alemana Tierhilfe Menorca. También estoy en la Junta de la Protectora d'Animals de Maó. Me encanta leer, viajar y, sobre todo, los animales.

Cuenta que llegó a la Isla para trabajar como guía. ¿Cómo surgió lo de venir a trabajar a Menorca?
Cuando volví a Alemania tras ir a aprender español a Sevilla, me di cuenta de que me apetecía vivir en otro lugar y salió una plaza para venir a Menorca de guía. Llegué en mayo del 78 y en julio conocí a mi marido, Felipe. Después estuve en Mallorca, Estados Unidos y, finalmente, me instalé en la Isla. Estudié en la Escuela de Turismo cuando la abrieron, fuimos la primera promoción. He trabajado durante 27 años para Iberostar, los últimos doce como directora. Lo que pasa es que con la crisis prescindieron del puesto. Así que ahora me dedico a colaborar con diferentes asociaciones.

Tras trabajar tantos años en el mundo turístico, ¿cree que Menorca se vende bien?
Es difícil hacer una campaña efectiva porque dependemos de las líneas aéreas. Si no se les ofrecen incentivos, no vendrán. Por ejemplo, Condor ya no vendrá este año. Habría que empezar bajando las tasas aeroportuarias para que sea rentable venir aquí. Y, por supuesto, mejorar la oferta complementaria, que es escasa, mala y cara. Era la principal queja que recibíamos de los clientes. Por eso hay tanto "todo incluido", porque las familias no se pueden permitir que les cobren tanto dinero por salir a comer o cenar.

Es amante de los animales. ¿Cómo empezó a colaborar con Tierhilfe Menorca?
Hará unos seis años conocí a una veterinaria alemana en el Aeropuerto. Se llevaba a una perrita de la que yo me quedé prendada. Me habló de la asociación, que se ocupa de llevar a perros y gatos a familias adoptantes del sur de Alemania con el fin de evitar la masificación en las perreras de Menorca y recibir tratamientos. Había una mujer de Ciutadella que les ayudaba pero ya era algo mayor. Empecé a colaborar. Nos llevamos unos 250 perros al año que previamente han sido elegidos vía internet por los adoptantes o las casas de acogida. Todo el dinero que sale de las adopciones vuelve a Menorca para financiar campañas de esterilización y la comida de los gatos salvajes. Fomentar la adopción permite que haya menos sacrificios en las perreras.

¿Cómo se puede ayudar?
Toda persona que viaje al sur de Alemania puede llevarse perros o gatos. Nosotros corremos con todo el papeleo y los gastos y, cuando se llega al destino, hay personal de la asociación esperando para recoger a los animales. Es muy fácil y sin complicaciones y se salvan muchas vidas. Por otro lado, la Protectora d'Animals de Maó busca un terreno para tener un refugio propio. Sería de gran ayuda que nos cediesen un espacio o nos lo vendieran o alquilaran a bajo precio.

¿Algún proyecto en mente?
Aparte de lo de las asociaciones, me gustaría ir de viaje a Estados Unidos, Hemos ido de vacaciones durante quince años y queremos volver.