"Mi historia con Menorca es curiosa, yo no quería venir"

Dice que llegó a Menorca de forma totalmente accidental, ¿a qué se refiere?
Mi relación con Menorca es muy curiosa. Un amigo y yo estuvimos trabajando en Canarias y quisimos viajar a Balears. Yo quería ir a Mallorca y él a Menorca. Al final, accedí y vinimos aquí. Lo gracioso es que él se fue y jamás volvió y yo me quedé. Empecé a trabajar en hostelería en Cala en Porter. Yo siempre digo que Menorca te atrapa, es como una novia de la que te enamoras.

¿Cuáles fueron sus siguientes pasos a nivel laboral?
Durante un tiempo fui saltando entre la Isla y otros destinos aunque los veranos los pasaba siempre en Menorca. Si llegué en el 73, fue en el 78 cuando me instalé definitivamente. Mi primer negocio fue un bar en Maó, que ya no existe. Yo tenía tan sólo 23 años. En 1984 cogí Sa Païssa y hasta hoy.

También tiene la finca Son Martorellet, ¿qué le llevó a adentrarse en el mundo de los caballos?
Yo procedo de una aldea de montaña donde me crié rodeado de animales. La gente usaba los caballos como medio de transporte porque allí no había carreteras y siempre me impactó la imagen de aquellas personas con los preciosos caballos. Deseaba tenerlos. Hace un tiempo, buscando donde invertir, encontré Son Martorellet, la viva estampa de Menorca, un entorno precioso y tranquilo. Tardé unos años en decidirme, hasta que en 2006 me hice con el espacio. Nos dedicamos a la ganadería de caballos, hacemos espectáculos ecuestres... Somos un buen equipo de personas y queremos que la gente vea lo increíble que es este animal. Me gusta decir que es un trabajo emocional y que da muchas satisfacciones.

De hecho, hoy presentan el nuevo espectáculo Somni 2011.
Sí. Llevamos tres años con el espectáculo y esta temporada le damos un nuevo enfoque, con nuevo vestuario, rutinas, iluminación, melodías... E incluimos cantantes en directo. Hoy lo presentamos, a las 20.30 horas, al sector profesional y a los amigos.

¿Tiene proyectos en mente que le hagan ilusión?
A nivel laboral, consolidar lo que hay porque no es una temporada buena para embarcarse en otras cosas. Por otro lado, me encanta viajar y lo hago cada año al menos un mes para desconectar. En enero volví a Tailandia porque estuve el año del tsunami y quise ver cómo estaba todo. También me gustaría ir a Kenia, en África.