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El exconcejal de Turismo y Urbanizaciones, Gabriel Cardona, reconoció en su declaración por el caso Xoriguer que encargó directamente algunos de los proyectos que ejecutaba CITUR (Ciutadella Turisme). Luego se hacían los expedientes, como corroboran los técnicos. Este extremo quedó ratificado en las declaraciones del propio ex gerente del PDPT, Javier Ly, en las que reconoció haber recibido encargos verbales de proyectos directamente del edil antes de su adjudicación. Son algunos de los datos que han trascendido de las declaraciones de los imputados y testigos en el caso Xoriguer que figuran en el sumario de las diligencia previas.

Javier Ly Lozano. Sobre el proyecto del entorno de la capilla de Cala en Blanes aseguró que Gabriel Cardona dijo que empezaran a trabajar en el proyecto y que más adelante ya le contratarían el trabajo. Ante la pregunta de si por la dificultad técnica sólo podía contratarse a la empresa elegida contestó que "no", contradiciendo el informe técnico municipal que establecía que sólo lo podía hacer esta empresa. Reconoció que el encargo fue verbal, hecho prohibido en la Administración. También admitió que la rotonda de Cales Piques se le encargó de manera directa antes de presentar el presupuesto y previamente a la adjudicación. El proyecto dijo que se lo entregó directamente al edil. Una de las empleadas del Ayuntamiento contratada por la empresa SAB afirmó que el gerente, Javier Ly, no estaba físicamente en las oficinas de CITUR y que sólo acudía en algunas reuniones puntuales. El Ayuntamiento pagaba 48.000 euros anuales por el contrato de la gerencia del PDPT. Otra funcionaria reconoció haber visto a Ly sólo en cuatro ocasiones. Ly reconoció que durante 2005 y 2006, Cardona encargó directamente trabajos a la empresa SAB por no tener un coste elevado.

Los funcionarios y los técnicos. Una funcionaria admitió que había destruido documentos porque se lo mandó el concejal de Turismo. Otra funcionaria manifestó que los informes los hacía por encargo del concejal y los hacía "a la carta" para que recibiera el dinero la empresa que realizaba el trabajo o que ya lo había realizado. Otra versión es que los expedientes se firmaban sin tener idea de si existían las empresas que aparecían ni si habían realizado o no los trabajos. Un técnico informático aseguró que en varios expedientes se cambió el nombre del sujeto pasivo, se borró el anterior y se generó un nuevo expediente con nueva numeración. Otro técnico, a la pregunta del motivo por el que figuraba su firma en un informe sobre la Mostra Gastronómica, respondió que imaginaba que necesitaban la rúbrica de algún técnico al no estar la titular de Turismo. Afirmó que recibió instrucciones del edil para que lo firmara y que desconocía lo que estaba firmando. Uno de los técnicos que dice se le ordenó que firmara informes, avaló en su declaración que los expedientes se simulaban a posteriori de su adjudicación. Otra empleada aseguró que el concejal de Turismo y la gerencia del PDPT eran quienes decidían las contrataciones. También afirmó que Javier Ly decidió la contratación del logotipo de CITUR al Estudio Mariscal y que había interés por contratar a esta empresa. Una funcionaria declaró que se limitaba a redactar los informes en base a lo que le indicaban y que siempre era el edil quien le ordenaba su realización. Sobre la Mostra Gastronómica aseguró que algunos informes se realizaron con posterioridad para poder simular los expedientes. Sobre la adjudicación del servicio de socorrismo en las playas, afirmó que se le indicó que era a una empresa concreta a la que se tenía que adjudicar suponiendo que las otras dos ofertas eran empresas paralelas. Dijo que sobre los contratos al Estudio Mariscal todas las decisiones las tomaba el edil como político, pese a que la decisión, aseguró, estaba tomada con anterioridad. Otra funcionaria reconoció haber manipulado documentos por orden del edil y por miedo a perder su puesto de trabajo. La técnica que firmó las obras del Palmeral aseguró que no comprobó si se habían presentado presupuestos ni si se elegía el más ventajoso. Por su parte, el secretario municipal ratificó que firmaba sin comprobar el contenido.

Llorenç Brondo. Declaró que Gabriel Cardona hacía los expedientes sin su beneplácito. Que se limitaba a firmar informes que venían avalados por los técnicos y que no veía ninguna factura.

Miquel Àngel Mayol. Ingeniero que afirmó que nunca presentó ningún presupuesto, pese a que figura su nombre en los presupuestos de las obras en Cala Morell, Cala en Bosc y la tercera fase del Palmeral. Si no los presentó, alguien los tuvo que falsificar.

Manel Mercadal.Afirmó conocer a Javier Ly porque estuvo en la junta de la Asociación de Jóvenes Empresarios. Consideró que Neomenorca, su empresa, no era la única capacitada para realizar el trabajo encargado, lo que contradice el informe técnico municipal. Reconoció que el concejal le encargó tres presupuestos para "vestir" el expediente.

Daniel Aguiló. Afirmó conocer a Ly cuando era administrador de la empresa SAB. Dijo no haber participado "conscientemente" en ningún proyecto de CITUR. Señaló que los encargos se los hacía Ly de forma verbal. Aseguró que presentó con su nombre y no el de la empresa SAB el presupuesto de las obras del Lago de Cala en Bosc porque Javier Ly le debía dinero y él tenía que cobrar esta deuda a través del proyecto. Lo mismo sucedió con el proyecto de Cala Morell. Afirmó que no llegó a hacer el proyecto de la reforma de la oficina de CITUR y que Javier Ly tenía "gran interés" en facturar y cobrar un proyecto que ejecutó la arquitecto municipal, Marian Castro.

Avel·lí Casasnovas. Afirmó que el secretario le traía los documentos para firmar, le preguntaba si todo estaba bien y los rubricaba. Alega desconocimiento.