Mesa. Los candidatos, en el Ateneu de Maó, se dirigieron a un público formado mayoritariamente por otros políticos y cargos públicos - Óskar Pérez

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El turismo, en el que se deposita toda la confianza para que Menorca salga de la crisis y que nadie ya cuestiona como sector estratégico, y el Plan Territorial Insular (PTI) y su posible modificación en la próxima legislatura, fueron las dos grandes cuestiones que acabaron acaparando el debate celebrado anoche en el Ateneu de Maó entre los aspirantes a presidir el Consell.

Marc Pons y Maite Salord, candidatos de PSOE y PSM, las dos fuerzas que han gobernado la institución, defendieron firmemente la vigencia de una normativa urbanística que otras fuerzas políticas consideran, en parte, culpable de la pérdida de inversiones por las restricciones que establece, especialmente en el suelo rústico, lo que a su vez habría impedido el desarrollo de iniciativas para diversificar el producto turístico, el otro gran caballo de batalla de los futuros inquilinos del Consell.

Así, mientras Jesús Barrasa (EM-IU) y Rafael Muñoz (Els Verds) se unían en la idea de un turismo sostenible, que desarrolle los valores ambientales y culturales de la Isla, sin especificar la posible modificación del PTI, Pons afirmó que los principios que alumbraron el plan hace ocho años "son vigentes" y que "creer que ha generado la crisis es apostar por un modelo especulativo". El candidato socialista sólo admitió posibles cambios en dos puntos concretos: los núcleos rurales y la dotación de equipamientos en el Camí de Cavalls.

Maite Salord aseguró que el PTI "no es un lastre, nos permite dar valor añadido a la Isla y la hace diferente", a la vez que se mostró preocupada por las voces que claman por su modificación. El candidato de UPCM, Manuel Félix Campos, abogó por conseguir "el control total de las competencias turísticas" y por explotar mejor los atractivos históricos de la Isla.

Pero el PTI, tachado de "intransigente" desde una intervención del público, necesita ser revisado, según coincidieron tanto Palmer Carretero (UPyD) como Santiago Tadeo (PP) e Irene Coll (Unió Menorquina). No sólo porque pueda trabar grandes inversiones, sino porque dificulta actividades tan arraigadas en Menorca como la práctica ecuestre. "Es un instrumento ya obsoleto, no se puede hacer nada, una persona que tenga un caballo no puede tener un establo si no dispone de 14.000 metros y tiene que pagar en un picadero", espetó Irene Coll.

Santiago Tadeo se defendió por su parte de las insinuaciones de que su partido modificará el PTI para dar rienda suelta a la construcción en rústico, y aseguró que el PP no cuestiona "la necesidad de protección" del territorio, y que interpretar la modificación del plan como un cambio hacia un modelo especulativo, como había señalado Marc Pons, es una reducción "simplista".

No hubo recetas novedosas que pudieran ofrecer los candidatos para que Menorca salga de un bache económico en el que está sumido todo un país, pero sí la constatación, por la vía de la necesidad, de que el turismo tiene la llave del crecimiento y no puede volver a ser denostado; de que parte de la sociedad pide una flexibilización del Plan Territorial y de que el transporte, un problema crónico, tendrá que ser apartado de las batallas políticas para exigir mejoras reales en Madrid.