Recinto. Los trabajadores de Antonio Gomila iniciaron ayer la demolición del antiguo teatro - Cris

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Los trabajadores de la empresa constructora Antonio Gomila SA empezaron ayer los trabajos de demolición del edificio que durante cien años ha acogido la gran mayoría de la actividad teatral, artística y social de Sant Lluís.

El viejo Teatro Nuevo, construido en 1910 y que en 1915 fue reformado para darle la actual apariencia, dejará paso a una moderna sala multifuncional que se construirá en el mismo solar de 300 metros cuadrados y con una inversión de 2.076.800 euros financiados con el fondo estatutario.

El proyecto redactado por los arquitectos Joan J. Gomila y Domènec Enrich se ejecutará en dos fases: la primera contempla la demolición completa del antiguo teatro, trabajo que se realizará de forma manual, al ser un edificio entre medianeras situado en la calle Sant Lluís, y se prolongará por espacio de mes y medio. Por tanto, a mediados de junio el edificio proyectado por el arquitecto Francesc Femenies ya habrá pasado definitivamente a la historia.

Las obras se paralizarán durante tres meses, para evitar el trasiego de camiones y maquinaria en pleno centro urbano durante la temporada turística. Las obras se reanudarán en septiembre, después de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, para acometer propiamente la construcción de la sala multifuncional, que a finales de febrero de 2013 será una realidad.

La sala multifuncional de Sant Lluís albergará en la planta baja una sala polivalente con el escenario situado en la parte oeste, es decir, frente a la entrada principal, con unas gradas retráctiles con una capacidad para 200 personas, lo que permitirá realizar diversas actividades (conferencias, exposiciones, bailes y fiestas, entre otras).

La primera planta tendrá un pequeño anfiteatro, mientras que en la segunda habrá tres aulas, un despacho y servicios públicos. Asimismo, se excavará un sótano para alojar el almacén, la maquinaria y servicios públicos.

El proyecto contempla una fachada con su parte superior plana y blanca, a semejanza del prototipo de la vivienda tradicional de la población, mientras que la entrada al edificio estará abierta al exterior en el mismo nivel de la calle, con un cierre vidriado oblicuo para facilitar el acceso al interior.

Una espera de ocho años

El alcalde de Sant Lluís, Llorenç Carretero, subrayó la importancia de la jornada de ayer, al materializarse el inicio de las obras de un proyecto que fue presentado públicamente en 2003.

Carretero recordó que dos años antes el Ayuntamiento adquirió el Teatro Nuevo a su antiguo propietario, Miquel Sintes, y agradeció las facilidades concedidas por la familia propietaria para abonar los 180.000 euros que representó la operación de compraventa.

El alcalde anunció que se prohibirá el aparcamiento en la calle Sant Antoni para facilitar el acceso de los camiones que deberán retirar los escombros.

Por su parte, el presidente del Consell, Marc Pons, señaló que la institución insular ha llevado a cabo el proceso de contratación de las obras y destacó el prestigio profesional de los dos arquitectos que han elaborado el proyecto.