"Bailar ‘Lindy hop’ me ha cambiado la vida, es adictivo"

¿Cuándo y por qué decidió instalarse en Menorca?

Yo ya conocía Menorca porque había estado con mi madre y volvimos para ver si podíamos comprar una casita. Hace cuatro años, estaba en Barcelona y salió una plaza de piano en el Conservatorio de Maó. La Isla me gusta porque me encanta el mar, ir a la playa y hacer excursiones. Lo que pasa es que llega un momento en que necesitas más. Como me aburría, decidí dar clases de swing. Eso me da vidilla.

Su especialidad es el "Lindy hop", ¿cuándo se inició en este tipo de baile?

Fue hace siete años. Vi a un grupo de personas que empezaron a bailar con una orquesta de swing. Me encantó. Es un tipo de baile que fue muy popular en los años 30 en Estados Unidos. La gente lo bailaba para olvidar la gran crisis del 29 y fue un fenómeno de masas porque es muy positivo. Decidí apuntarme a clases y descubrí que había encontrado lo que iba buscando.

Hasta el punto de que ahora es profesora de "Lindy hop" en Maó. ¿Cuándo y cómo son las clases?

Doy clases en el Akelarre. Este sábado hay una a las 20.30 horas, por si alguien quiere venir a probar. Hay que bailar en pareja. Yo me he traído a un profesor de Barcelona, con el que bailo. Empezamos el 26 de marzo y somos unas 35 personas. Actualmente, faltan chicos. Así que animo a todos los que quieran venir a hacer deporte, conocer gente y pasarlo bien a que se vengan. Yo lo recomiendo porque es muy adictivo. Después, puedes viajar a distintas ciudades en las que puedes dar clases. Yo, por ejemplo, la Navidad pasada estuve en Estocolmo y pronto iré a Italia. No es sólo un baile. A mí me ha cambiado la vida.

¿Tiene en mente planes de futuro?

Uno de los chicos que viene a bailar tiene un grupo de música y queremos montar una orquesta de swing. También me iré un mes a Nueva York a recibir clases de baile y, posteriormente, iré a Washington al Campeonato Mundial. Me hace mucha ilusión.