Lorenzo Víctor Rodríguez, magistrado en el estado argentino de Córdoba, figura entre quienes opinan que quien olvida su historia está condenado a repetirla. Por ello cree necesario que se recuerden los crímenes de la humanidad, y de paso los juicios a las juntas militares de su país, un tema sobre el que disertará mañana en el Cercle Artístic de Ciutadella, a partir de las 20 horas.
¿Qué mensaje pretende transmitir en la conferencia?
En realidad no ha sido una iniciativa propia sino una invitación a través de Amnistía Internacional para hablar de la dictadura militar en Argentina y explicar por qué los militares pueden estar siendo hoy juzgados, ya que hubo un momento en que quedaron todos impunes por las distintas legislaciones.
¿Qué grado de cohesión social existe actualmente en Argentina después de las heridas del pasado?
Es un tema complejo. Argentina después de la Constitución 1853 vivió seis golpes militares. Y todo ello hace que la sociedad haya sufrido las interrupciones militares. Hay sectores divididos de la población. No hay que olvidar que los golpes militares, especialmente en Latinoamérica, no se hacen de un solo sector, sino muchos. La división se hizo muy notoria en la década de los 90. Hay sectores en los que aún se escucha decir, por ejemplo cuando hay inseguridad, "si estuvieran los militares esto no ocurriría". Pero hoy día son una minoría.
En el siglo pasado los crímenes contra la humanidad fueron notables. ¿Pinta mejor el panorama para el siglo XXI?
Totalmente. En toda la parte del continente suramericano ha habido un cambio tremendo. Especialmente por la relación de los presidentes de los distintos países. Ha habido un crecimiento impulsado por un motor como es Brasil. El cambio ha sido tremendo. El pasado 12 de abril la República Oriental de Uruguay también dictó una ley de caducidad para poder juzgar a los militares.
Porque los crímenes contra la humanidad no prescriben...
Efectivamente. Pero dentro de los crímenes de lesa humanidad hay contextos en los que hay que ubicarse para analizarlos. Hay genocidios, odios raciales, las persecuciones étnicas o religiosas, las violaciones, secuestros… Es el Estatuto de Roma, que tanto Argentina como España han firmado, lo que tipifica los delitos de lesa humanidad.
No hace mucho tiempo, el juez Garzón decía en una entrevista en el diario "El País" que los crímenes contra la humanidad van siempre de la mano con la corrupción. ¿Lo ratifica en el caso de Argentina?
Sí. Es un complemento de un todo, no hay una sola causa. Garzón ha estado varias veces en Córdoba y hemos tenido muchas entrevistas con él.
La actualidad internacional pasa por la muerte y asesinato de Bin Laden. Parece que la actuación estadounidense pasa por satisfacer la necesidad de venganza de un pueblo.
¿Qué valoración hace?
Como juez, puedo decir que ha sido una ejecución. Habría que ver en qué contexto, algo que no es mi tema, ocurren esas cosas… ¿Estamos en un contexto de guerra? ¿Podemos catalogarlo como un crimen de guerra o como una figura perteneciente al terrorismo de estado? Desde mi punto de vista como juez fue un objetivo humano seleccionado para darle muerte. Ahora, lo que es políticamente, la figura de Bin Laden como guerrillero o terrorista por los crímenes cometidos es otra cuestión. Posiblemente pertenece a ese género humano que a veces es difícil poder someterlo a un juicio por lo que tiene por detrás. Es complejo. Desde el punto de vista jurídico, debería haber sido juzgado. Lo que sí que me llama la atención es que se haya tirado el cadáver al mar. No le encuentro explicación.
Y siguiendo con el tema, ¿qué le parece que la muerte de una persona, aunque sea un terrorista, despierte el júbilo de las masas? ¿Alguien se puede alegrar de la muerte de una persona?
A esta pregunta voy a responder no como juez, sino como ciudadano. Me causó asco. Me causó asco ver Estados Unidos con su bandera y los gritos festejando esa muerte.. No sé cómo se manejaría eso a través de los medios de comunicación si un comando musulmán matara hoy a George Bush y en Iraq salieran a festejarlo.
Volviendo a Argentina, ¿cuánto tiempo tardarán en cicatrizar las heridas?
Como todo, son cambios generacionales. En el caso de mi hija, ella nació cuando el golpe del 76. Le tocó vivir algo distinto de lo que me tocó a mí. En mi generación, entre la gente que me rodea, nadie nos hemos olvidado ni nos vamos a olvidar, aunque puede que los más jóvenes lo hagan. Pero la historia no se puede cambiar.
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