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No será de hoy para mañana pero el Santuario de la Mare de Déu del Toro aspira a cambiar de fisonomía aprovechando la existencia de "Paisatge d'experiències", el anteproyecto con el que Elisabeth y Blanca Quintana ganaron el concurso de ideas para la restauración integral de los terrenos y dependencias del emblemático enclave mercadalenc.

"Está claro que lo que tenemos es un anteproyecto que se debería acabar de estructurar y especificar, después tendríamos que diseñar unas fases y, finalmente, buscar la financiación y marcar los plazos para ejecutar las obras. No será ya, pero sí que nos gustaría poder avanzar en la rehabilitación de El Toro", explica Joan Bosco Martí.

Martí, uno de los representantes del Obispado en el jurado del concurso de ideas, no oculta la "ilusión" de la Diócesis por este proyecto. "A parte de la visión turística, El Toro es un punto de encuentro a nivel de fe y también por otros motivos. Es un espacio que debería estar en condiciones y hoy por hoy no es así, está en mínimos porque se va deteriorando poco a poco, y lo que necesitamos es una especie de plan general que guíe la intervención", argumenta el sacerdote.

En este sentido, Martí asegura que la colaboración con la Fundació Turisme Menorca en la convocatoria del concurso de ideas, así como la participación del Colegio de Arquitectos y el Ayuntamiento de Es Mercadal en la selección del proyecto ha sido muy positiva porque "ha permitido contar con la opinión de diferentes sectores a los que implicaría la restauración". El hecho de que las ganadoras del concurso fueran menorquinas- lo que se supo después porque proyectos y datos personales se presentaban en sobres separados- constituyó una sorpresa.

"Quizás se notaba un poco que quien había hecho el trabajo tenía un cierto conocimiento, pero no más del que podía obtener otro buscando información", afirma sobre "Paisatge de experiències"