Maó. Seis ediles mantenían actualmente dedicación exclusiva - Archivo

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El vuelco general en las elecciones autonómicas y locales y el traspaso de poder del Govern, el Consell y los ayuntamientos hasta ahora socialistas al Partido Popular provocará la salida, no sólo de los políticos elegidos en las urnas, sino también la de aquellos cargos de confianza designados por éstos, casi una treintena sólo en el Consell insular, a lo que se sumarán los de los principales consistorios, Maó y Ciutadella.

Aunque el próximo presidente del Consell, Santiago Tadeo, no ha especificado aún la magnitud del recorte que piensa aplicar, sí declaró ayer que intentarán reducir a doce las direcciones insulares -una de las promesas electorales-, y a nueve las consellerias. Esto implica la posibilidad de contar con un conseller no electo frente a los tres existentes ahora, cuatro al inicio de la legislatura.

"Tenemos que entrar y ver cómo lo estructuramos, pero creo a pies juntillas que debe haber esa reestructuración y que se debe reducir a la mitad el actual cartapacio, que permite hasta 25 direcciones y once consellerias", afirmó Tadeo.

Sobre los cargos de confianza, el líder del PP se remitió al mensaje de austeridad lanzado en campaña y subrayó que "la idea es suprimir todo gasto posible y ser restrictivos, porque los ciudadanos lo son y las empresas también". No obstante, Tadeo admitió que en el caso de los recortes en organismos y fundaciones dependientes del Consell "hay que ver primero cómo están las cosas, porque tiene que haber un buen funcionamiento de los servicios".

El organigrama actual del Consell insular, tras la remodelación realizada en mayo de 2010, está formado por diez consellerias y 18 direcciones insulares. En junio del año pasado se aplicaron medidas de recorte del déficit público que redujeron la estructura inicial de 24 direcciones insulares a las 18 actuales y significaron asimismo la supresión de la Conselleria de Ciudadanía y Familia, que ocupó hasta ese momento el conseller no electo Esteve Ferrer. De los anteriores consellers electos del PSOE sólo repetirán Marc Pons, que comenzó la legislatura como responsable de Ordenación Territorial y ocupó la Presidencia tras la marcha de Joana Barceló, y que ahora pasará a ser el portavoz de su grupo en la oposición; y Noemí Gomila, que ha ocupado la cartera de Acción Social.

Lázaro Criado, fichado por Barceló como conseller delegado de Turismo ahora se mantiene como conseller electo en la Corporación, a la que se incorpora Joana Caules. Joan Marqués, hasta ahora conseller de Ordenación del Territorio y número cinco de la lista socialista, no entra en la institución después del varapalo electoral, mientras que el vicepresidente saliente, Damià Borràs, continuará carrera política como diputado en el Parlament balear. Un veterano socialista Ernest Ribalaiga, que empezó su actividad pública como cargo de confianza del ex presidente del Consell, Tirso Pons, en 1983, no entrará como diputado en la Cámara balear.

El PSM, ya sin Els Verds, contará con una consellera Maite Salord, mientras que con el pacto de gobierno con el PSOE pudo designar un segundo conseller delegado, Joan Lluís Torres, y hasta ocho directores insulares.