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LA LEY ELECTORAL condena a los partidos minoritarios. Si no alcanzan el cinco por ciento de los votos son descartados automáticamente de la posibilidad de obtener representación. En algunas comunidades ese umbral se ha rebajado al tres por ciento, aunque esa reforma ha escondido intereses como la generación de algún partido bisagra decisivo para la posterior formación de un gobierno determinado como ocurrió con la aparición de Ezker Batua en los último ejecutivos de Ibarretxe. En las Islas el premio se reparte entre los tres primeros, dos porque obtienen una notable representación y el tercero, UM hasta ahora en la Comunidad, y el PSM, en Menorca, porque se convierten en la fuerza decisiva para formar gobierno.

EL PPha obtenido en Menorca el 46,15 por ciento de los votos al Parlament y 8 diputados, que suponen el 61,5 de la representación total de Menorca en la cámara autonómica. Por ser la fuerza más votada, el sistema le prima con una sobrerrepresentación del 15 por ciento. El regalo para el segundo más votado, el PSOE, es un poco menor, un tres por ciento, ya que obtuvo el 27 por ciento de los votos y logra un 30 por ciento de la representación. El tercer partido que alcanza presencia en la institución, el PSM, resulta castigado, obtiene casi el 10 por ciento de los votos y su escaño representa el 7,6 del reparto de escaños. El castigo es aún mayor para la cuarta fuerza, EM-EU, que se quedó a 83 centésimas de ese umbral del cinco por ciento y sus 1.564 votos no han servido para llegar a la división que otorga plaza parlamentaria. Otro tanto sirve para UMe, casi mil votos, o Ciudadanos en Blanco, cuyo aumento espectacular -ha pasado en cuatro años de 279 a 857 votos- no sirven para traducirse en representación o, en el último caso, para dejar un sillón vacío.

LA MISMAoperación explica el reparto del Consell, donde la cifra de escaños en juego también es 13 y los porcentajes registrados por los tres principales partidos parecidos a los del Parlament. La sobrerrepresentación del PP se sitúa en el 15 por ciento, la del PSOE supera los cinco puntos y la del PSM se ve penalizada en así cuatro puntos, ya que con más de 11 por ciento de los votos sólo logra el 7,6 por ciento de la representación en la institución insular. En general, hubo correspondencia de sufragios entre el Parlament y el Consell, de modo que se repite la historia para la cuarta, quinta y resto de fuerzas. UMe superó los mil votos en el Consell, un fuerte tirón, que a la postre no sirvieron de nada. En conjunto las fuerzas que no alcanzaron representación suman 5.047 sufragios, más que la tercera fuerza más votada, suficientes para un escaño.
el desperdicio de votos es también notable en Maó, el caso más destacado del desajuste distributivo. Sólo dos candidaturas convierten los sufragios en escaños, el PP y el PSOE, en un caso insólito en la historia de la democracia local mahonesa. Esquerra de Menorca y el PSM se han quedado a menos de medio punto para superar el umbral exigido del cinco por ciento. Más de 2.300 votos, cifra suficiente para llegar a tres concejales, se han quedado en el limbo, no han servido para nada.

LOS NUEVOS no han tenido un estreno brillante. Unió Menorquina, nacido con vocación de bisagra y la experiencia de sus candidatos en otras formaciones, se ha mantenido con fuerza suficiente para cumplir ese objetivo en dos bastiones, el gobierno de Es Castell y el de Ferreries, depende de ellos. Una buena gestión de esa oportunidad puede consolidar es opción que, en general, se ha quedado muy por debajo de sus expectativas iniciales. UPyD se ha quedado un simbólico uno por ciento, 400 votos, en las dos elecciones a las que ha concurrido. La ruptura con Ciudadanos de Menorca antes de haberse realizado les ha perjudicado a ambos. En Ciutadella, UPCM ha obtenido un buen rédito y el objetivo se seguir siendo el árbitro, es el gran vencedor entre los minoritarios ferreteros.

EL SISTEMAbeneficia también a la circunscripción menorquina, que cuenta con la misma representación parlamentaria que Eivissa y, sin embargo, la pitiusa cuenta con más de un 30 por ciento de población y, sin embargo, elige el mismo número de diputados que Menorca, 13. La importancia es menor si se tiene en cuenta que la adscripción de los miembros de la cámara no es territorial sino ideológica, ese ha sido siempre el argumento esgrimido para consolidar la paridad corregida, que sirve también para establecer en 33 el número de diputados de Mallorca. El sistema se mantiene, pero algunas opiniones ya han expresado en Eivissa la necesaria adaptación de una ley que mantiene criterios de hace 25 años.