Presidente. Nemesio Suárez, implicado por completo con el Club - Gemma Andreu

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"Me gustaría tener un club como el de S'Arenal, Ca'n Pastilla o Pollensa, dar servicio a los socios y conseguir el equilibrio económico". Así se resume el anhelo de Nemesio Suárez, presidente del Club Marítimo de Maó, que el Día del Trabajo, el 1 de mayo, se jubiló como director del Aeropuerto de Palma y que ahora se dedica más intensamente al club del puerto de Maó. Su objetivo principal es recuperar amarres. "De los 36 clubes náuticos de Balears -afirma- somos el único que no dispone de amarres, es algo increíble". El presidente pone fecha y espera que en mayo de 2012 la entidad cuente con puntos de amarre y tiene claro que esto solo será posible si "las instituciones se comprometen a encontrara una solución".

¿Empieza ahora, con su aterrizaje definitivo en el 'Marítimo', una nueva etapa?

Yo siempre digo que se me ha caído lo aéreo y me quedo con lo náutico. Durante estos seis meses se ha hecho una labor tremenda, sobre todo por parte de Marga Pérez, la vicepresidenta segunda. A mí me gusta "hacer hacer" y vamos a crear cinco comisiones (económica, deportiva, técnica, institucional y social), cada una con su responsable.

Resuma sus principales objetivos.

Son tres: consolidar la viabilidad económica del club; recuperar amarres, de lo que también depende la economía de la entidad; y una reactivación social y deportiva.

La reforma de la gasolinera ya es una mejora económica importante.

Es importante que nos hayan ampliado el plazo de la concesión hasta 2024. Después del verano empezaremos las obras de ampliación, que van a costar unos 350.000 euros. Para este verano estudiamos algunas mejoras, como el H24 y el refuerzo de camiones cisterna. La idea es prestar un mejor servicio y evitar las largas colas que se forman cada verano.

Sin embargo, Autoridad Portuaria (APB) estuvo pensando en convocar un concurso, en lugar de prorrogar la concesión al Club.

La propuesta de prórroga quedó sobre la mesa no por APB, sino porque APEAM lo cuestionó. Nuestro objetivo no es competir con las empresas privadas. De hecho, puede haber otras gasolineras en el puerto. Una vez presentados nuestros argumentos, la ampliación se acordó sin problemas.

¿Han mejorado con usted las relaciones del Club con APB?

Yo creo en la negociación y el diálogo. No comparto la línea del enfrentamiento y no podría liderar un proyecto que la fomentara. Me gusta la planificación, la negociación y dar solución a los problemas.

¿Cree que APB ha gestionado de espaldas a los intereses del puerto de Maó?

Autoridad Portuaria ha estado cabreada con nosotros, con el Club y con las instituciones locales, seguramente como consecuencia de la no concesión de los amarres. En este ambiente era muy difícil pedir algo.

¿Cree que Francesc Triay, al acceder a la dirección de APB, pudo hacer evitado la concesión de los amarres a Trapsa?

La adjudicación a Trapsa en 2008 se ajustaba a los informes técnicos y a la oferta presentada. Era muy difícil que Triay pudiera parar la adjudicación, había que seguir el procedimiento legal. No voy a opinar sobre otros casos que afectan a la gestión de Autoridad Portuaria.

Usted considera prioritario disponer de amarres y ha puesto fecha, mayo de 2012, ¿cuál es su estrategia para conseguirlo?

Ya hemos tomado algunas decisiones. Solicitamos a APB una ocupación temporal en la zona de Cala Figuera y nos la denegó. Lo que pedimos ahora es que las instituciones nos den la solución, pero, efectivamente, en mayo del próximo año el Club debe tener amarres, como los otros 35 clubes de Balears. No puede ser que muchos de los 700 socios del Club estén vegetando, sin amarre, o pagando precios desorbitados.

¿Va a mantener el contencioso judicial que presentó el Club para que se anule la adjudicación a Trapsa?

Claro, pero la solución debe llegar antes que la sentencia judicial, que puede tardar dos o tres años. Ya hemos iniciado otra vía. Hace un mes y medio pedimos a Autoridad Portuaria que compruebe si en una transmisión de amarres posiblemente irregular se han incumplido las bases de la adjudicación y si es motivo de anulación de la misma. Nuestro principal objetivo es volver a gestionar las amarres que están junto al Club. En eso tenemos el apoyo de todas las entidades náuticas de Balears.

¿Hasta cuándo puede aguantar el 'Marítimo' sin amarres?

Gracias a la gestión de los locales del edificio, el Club no ha desaparecido. La gasolinera será una ayuda, pero sin amarres no hay futuro, ni económico ni social. De todas formas tendremos que presentar un plan de austeridad, para ajustar los gastos a los ingresos. No afectará al personal.

¿Pueden los socios pagar los precios de los amarres?

Aquí, un punto de amarre resulta el triple de caro que en cualquier otro puerto y además con menos servicios. Resolver este problema es lo que también nos motiva a recuperar los amarres del Moll de Llevant.

La crisis afecta a todos, al Club, a los socios y a los empresarios con negocios en el puerto. ¿Cree que APB debería reducir las tasas en la zona portuaria para facilitar la actividad económica?

Tendría que revisar el tema, por los tiempos que corren. Una prueba evidente es que hace 4 años no había amarres libres y ahora sobran por todos lados. Porque los precios son altísimos y eso es una consecuencia de lo que pagan de canon las empresas adjudicatarias. Es lo mismo que sucede con las hamacas en las playas.

¿Qué les pasa a las hamacas?

A las hamacas nada, pero los concesionarios de este servicio en las playas deben alquilarlas a precios desorbitados por lo que tienen que pagar de canon al Ayuntamiento y después todo el mundo se queja de lo que cuesta una hamaca. Hay que racionalizar estos temas, que tienen una repercusión en la economía, que es una cadena, que a veces tiene eslabones que no permiten que funcione como podría hacerlo.

¿Usted también coincide con quienes opinan que el puerto de Maó languidece?

Antes de que Borja Carreras fuera alcalde, Maó vivía de espaldas a su puerto. Con las obras de los años 1986-1987, esta situación cambió. Ahora el problema que veo es que no hay un proyecto de futuro para el puerto, que sin embargo tiene una posibilidades lúdicas y económicas impresionantes. En mi opinión, el Ayuntamiento y Autoridad Portuaria deben actuar, pero también todas las asociaciones, empresas, instituciones deben participar para llegar a contar con un proyecto común

¿Usted es partidario de cerrar al tráfico en verano y por la noche, el tramo del puerto entre las cuestas de Corea y Reynés?

Pues claro que sí. Hay que hacer cosas y esta es una buena idea. Recuerdo que a finales de agosto del año pasado, con motivo de la regata Panerai, se cerró este tramo y fue una auténtica delicia pasear por la zona portuaria.

¿Volverá a ser lo que fue el Club Marítimo en materia de regatas?

Ese es nuestra intención. La Copa del Rey de Barcos de Época, el trofeo Panerai, se mantiene a finales de agosto. Ya hay unos 25 barcos inscritos y estamos convencidos que llegaremos a los 50 del año pasado. Tenemos ya un acuerdo con Trapsa para los puntos de atraque. También queremos recuperar la regata de Sant Joan, que era muy importante. Este año no será posible. Tenemos muchas ideas, pero para llevarlas a cabo necesitamos disponer de amarres y volvemos al principio de la entrevista. En mayo de 2012 debe empezar una nueva época para el Club.