Prensa. Rotativos franceses y españoles han dado cuenta del escabroso crimen - Internet

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Los principales rotativos franceses se hacían eco a principios de octubre del año pasado de la aparición del cadáver de un hombre frente a las costas de Marsella.

Siete meses después, sus lectores conocían el desenlace de la truculenta historia que ahora se ha puesto en conocimiento de la opinión pública española a través de un comunicado de la Jefatura Superior de Policía por su conexión con Ciutadella.

Según el comunicado recogido por Europa Press, la Policía Judicial de Marsella detuvo a principios del mes de mayo a Annie S., de 44 años y de nacionalidad francesa, como presunta autora del asesinato de su marido, J.M., un jubilado de la banca francesa y de la misma nacionalidad, que residía con ella en Ciutadella, y cuyo cadáver fue encontrado a 150 metros de la orilla frente a las costas de Marsella maniatado y con la cabeza cubierta por una bolsa de basura y sellada con cinta adhesiva.

La Jefatura Superior de Policía ha informado, asimismo, que la arrestada reconoció ante las autoridades ser la autora del crimen de su marido, permaneciendo en la actualidad en prisión provisional a la espera de juicio. Así, ha señalado que una investigación conjunta del Grupo Respuesta Crimen Organizado (GRECO) de Palma, el grupo de Policía Judicial de Ciutadella y la Policía Judicial de Marsella concluyó con la detención de la viuda de la víctima, como presunta autora de la muerte de su marido, del que se habría separado tiempo atrás, según la prensa francesa.

La investigación, que concluyó con la detención, comenzó cuando el cadáver del ciudadano francés J.M fue hallado flotando en el mar, a pesar de que le habían atado un ancla marina con un cabo para evitar que saliera a flote. Sin embargo, la descomposición orgánica del cadáver permitió aflorar el mismo a pesar de su anclaje e hizo posible su descubrimiento.

De las pesquisas se hizo cargo la Brigada Criminal de la Policía Judicial de Marsella, cuya primera misión fue identificar el cadáver, lo que permitió descubrir que se trataba de un súbdito francés residente en Ciutadella. A partir de este momento se inició la colaboración policial y judicial por parte del GRECO de Palma y el Grupo Local de Policía Judicial de Ciutadella, así como el Juzgado de Instrucción número dos de este municipio.

La Policía ha detallado que las primeras hipótesis barajaban la posibilidad de que se tratara de un ajuste de cuentas relacionado con el crimen organizado, por las circunstancias en las que fue hallado el cadáver. Sin embargo, las gestiones practicadas por los investigadores españoles no vinculaban al ciudadano francés con el crimen organizado de Balears.

Así, la víctima se trataba de un jubilado de la banca francesa, experto navegante, que residía en Menorca junto a su segunda esposa igualmente aficionada a los deportes náuticos. Estos datos, según la Policía, unidos a las pesquisas realizadas por los investigadores de la policía marsellesa, apuntaban a su actual esposa como principal sospechosa del crimen, quien, siempre según la prensa del país galo, aludió a una discusión mantenida con su ex marido como motivo del crimen.