Humo. Una espesa columna negra delató a gran parte de la Isla la existencia de un incendio en las inmediaciones de POIMA - Gemma Andreu

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La Planta de Tratamiento Integral de Voluminosos de Caritas, situada junto al Polígono de Maó, en la carretera que une la carretera general con el Aeropuerto, quedó ayer arrasada por un incendio. La instalación fue inaugurada en abril de 2009, con un coste de 2,5 millones y gestionada por Caritas. En estos momentos emplea a quince personas, la mayoría mediante programas de reinserción laboral. El futuro de la instalación es ahora una incógnita que dependerá del estado en el que haya quedado la nave, sometida ayer a muy elevadas temperaturas, y la costosa maquinaria de su interior.

Según informó el jefe insular del servicio de Bomberos, Joan Gorrias, una parte importante de la nave, que ocupa más de 2.000 metros cuadrados, se vio afectada por el fuego, aunque no toda. El resto sí se vio perjudicada por el efecto del humo. Se salvó la zona de oficinas. Los daños en la infraestructura y los motivos del siniestro deberán ser objeto de investigación una vez se haya finalizado la extinción del fuego.

El incendio se declaró sobre las 18.30 horas. Fue uno de los responsables de la planta quien, tras haber cerrado el recinto minutos antes una vez finalizada la jornada laboral, tuvo que regresar al lugar y vio que salía humo de uno de las lados de la nave. El trabajador llamó a los Bomberos que, junto a la Guardia Civil y la Policía Nacional, cuyos primeros efectivos se personaron en unos instantes en el lugar de los hechos.

El fuego se extendió rápidamente por el interior del edificio dado la cantidad de electrodomésticos, colchones, muebles y demás enseres que se almacenan, a pesar de que, según uno de los responsables de la planta, no había elementos químicos en la zona donde parece que se originó el incendio.

Algunos trabajadores y compañeros se acercaron hasta la TIV. Varios de ellos comentaron que el volumen de material almacenado en la nave es ahora superior a la media habitual ya que al comenzar la temporada es cuando más cambio de mobiliario se realiza y que también había una importante cantidad de combustible.

"Es la planta más grande de Menorca y costó mucho conseguirla", aseguraban los trabajadores allí presentes mientras veían las llamas en el interior de las instalaciones.

Columna de humo

De hecho, la dimensión de la nube de oscuro humo que se levantó de inmediato fue tal que muchos ciudadanos aparcaron sus coches en los arcenes con el fin de ver el incendio. La negra columna era visible desde gran parte de la Isla.

El dispositivo que se movilizó contó con efectivos del parque de Bomberos de Maó, desde donde se mandaron seis camiones, uno de Alaior y otro de Ciutadella, además de efectivos del Aeropuerto. También contribuyeron aportando agua la empresa Fomento Construcciones y Contratas, Transportes Joaquín y varios camiones de Sant LLuís. Policía Local, Policía Nacional y Guardía Civil se encargaron de velar por la seguridad del entorno del incendio. También se desplazó una unidad del IBANAT ante el temor de que el fuego se extendiera a la vegetación que se encuentra próxima a la planta, algo que finalmente no ocurrió.

Gorrias explicó que a pesar de tener controlado el fuego, ayer por la noche persistía el peligro de que las corrientes de humo y las altas temperaturas originaran nuevas combustiones. También recalcó que se actuó con la máxima de las precauciones teniendo en cuenta el denominado riesgo de colapso, es decir, la posibilidad de que las elevadas temperaturas del interior de la nave produjeran un derrumbe total o parcial. Sobre las 23 horas, el fuego estaba acotado, controlado, pero no se daba por extinguido por lo que la previsión era que el dispositivo permaneciera durante toda la noche en la planta.

Una vez extinguido el fuego será el momento de determinar con exactitud las causas, localizando en primer lugar el punto exacto donde comenzó la combustión, y valorar los daños.