CARGA. Ayer solamente operaba en el nuevo puerto comercial de Ciutadella el "Nura Nova" de Iscomar, que lleva años transportando mercancías hasta Ciutadella - Cris

TW
0

La entrada en funcionamiento del nuevo puerto comercial de Ciutadella ha iniciado una pequeña revolución en el sistema de transportes de Menorca. Ayer este periódico informaba de que el cambio de puerto del buque "Martín i Soler" de Baleària provocaba un retraso en la llegada de las mercancías a Ciutadella. Pues bien, este retraso también lo sufren en Maó, y ya se oyen voces que piden cambios en una situación que, de momento, parece no contentar a casi nadie.

La explicación del retraso es relativamente sencilla. Antes de que Baleària cambiara Maó por Ciutadella, las mercancías llegaban al puerto de levante y en cuestión de media hora estaban en todas las sedes de las grandes empresas de transporte instaladas en el polígono industrial mahonés. De hecho, estas empresas se ubicaron en Maó por la presencia del puerto (y en menor medida el aeropuerto), puerta de entrada de hasta hace unas semanas la práctica totalidad de las mercancías en la Isla. Así, en cuestión de media hora desde que el barco llegaba a Menorca, tenían la mercancía en sus sedes centrales a punto para repartirla a todos los puntos de la Isla.

Esto sigue siendo igual ahora con los productos que llegan a la Isla a través de la compañía Acciona, que sigue teniendo Maó como su puerto base. Pero las mercancías que transporta Baleària recalan en Ciutadella, y lo hacen más tarde que cuando el buque operaba en Maó. A este retraso hay que añadir que las mercancías deben cruzar toda la Isla por carretera antes de estar en la sede central (aproximadamente una hora de trayecto), y después ser repartida. "Perdemos una hora de reparto", comenta el responsable de una de las empresas distribuidoras de la Isla. Esta hora repercute también en sus clientes, que acaban disponiendo de sus mercancías también una hora más tarde. Algunas agencias apuntan a que el retraso en relación a la situación anterior es incluso superior a la hora, y que puede llegar a superar las dos horas. "Los clientes no se nos quejan, pero nosotros ya entendemos que esta situación les perjudica", explican desde una agencia en Maó.

LAS URGENTES, PEOR
La situación es especialmente complicada para las empresas de transporte urgente, aquellas que precisamente viven de entregar las mercancías lo más pronto posible a sus clientes. El responsable de una de ellas explica a este periódico que "este cambio de puerto nos afecta y mucho. Antes teníamos la mercancía en nuestros almacenes a las ocho y media o nueve de la mañana. Ahora, a veces son las diez y media cuando recibimos los camiones, y entonces podemos empezar a repartir". Así, algunos clientes finales que antes recibían sus encargos a las diez de la mañana, ahora pueden ver cómo les llega pasadas las doce. "Les explicamos los motivos de esta situación, y lo entienden", comenta el responsable.

Esta empresa ha tenido que incrementar sus esfuerzos y sus costes para seguir prestando un servicio de calidad a sus clientes. "Hemos tenido que poner un camión más, puesto que uno trae las mercancías de Ciutadella hasta Maó, y otro hace el sentido inverso. Un solo vehículo no tendría tiempo de hacerlo todo", comenta el gerente del negocio. Además, comenta, deben ser los propios operarios de la empresa los que entren y saquen el camión de los barcos, "haciendo nosotros mismos de estibadores, cuando no estamos preparados para ello", asegura. Por último, este responsable asegura estar especialmente preocupado por lo que pueda pasar en los meses fuertes de la temporada turística, cuando la carretera general esté más cargada de tránsito. Su solución, por el momento, es concentrar gran parte de sus envíos a través de la compañía naviera que opera en Maó, y que a partir de mediados de este mes incrementará sus servicios en la ciudad de levante.

CAMBIO DE HORARIOS
La situación parece irreversible, y solo queda apelar a pequeños cambios que faciliten las cosas. Así, algunos empresarios se han dirigido ya a la naviera Baleària para solicitarle una modificación de los horarios. Entienden que si el buque que actualmente llega a Ciutadella aproximadamente a las nueve de la mañana recalara más pronto, el reparto de mercancías se podría adelantar. "Los horarios actuales no se adaptan a las necesidades logísticas de Menorca", comenta otro transportista. Antes de que el puerto de Son Blanc fuera una realidad, el buque de Baleària llegaba a Maó a las ocho de la mañana o incluso antes. A Ciutadella llega una hora después, tiempo al que hay que añadir aproximadamente otra hora de trayecto de la mercancía a través de la carretera general.

El responsable de una agencia que ha contactado directamente con Baleària para solicitar este cambio de horarios explica a este periódico que la naviera no se plantea ningún tipo de revisión. Por lo tanto, esta primera puerta parece cerrarse.

El traslado, difícil
Otra opción que se plantean algunas empresas logísticas y de distribución es un traslado de sus sedes a Ciutadella, si éste va a acabar siendo el punto principal de entrada de las mercancías de Menorca. Unos lo ven claro, y ya buscan suelo industrial en la ciudad de poniente, que adolece precisamente de estos terrenos y los que están en previsión de desarrollo apuntan a unos precios poco asequibles. Otros, sin embargo, aseguran que aún es pronto para pensar en un traslado de sede, sobre todo por parte de aquellas grandes empresas cuyas instalaciones son de grandes dimensiones y requerirían una gran inversión si tuvieran que construirse de nuevo en otro emplazamiento. "Hay que esperar a ver si el puerto de Ciutadella finalmente se consolida como lo que parece que va a ser", opina el responsable de una gran empresa distribuidora. Para que se consolide, hace falta, primero, que Acciona también cambie de puerto de operaciones, algo por lo que ya ha mostrado interés. Además, comenta este empresario, hay que ver cómo responde la nueva infraestructura portuaria a las inclemencias del tiempo, especialmente durante el invierno. Los primeros problemas, aunque menores, ocasionados por la 'tiranya' la pasada semana han sembrado dudas entre algunos empresarios, que no saben si el puerto podrá permanecer operativo todos los días que se anuncian.

Si finalmente Ciutadella se consolida como puerta de entrada de mercancías, podría haber dos actitudes dependiendo del tamaño de las empresas. Según las fuentes consultadas por este periódico, aquellos negocios de menor dimensión, que en la mayoría de los casos trabajan en una nave industrial alquilada, tendrían más fácil un hipotético traslado hasta Ciutadella. Las grandes distribuidoras, que acostumbran a tener su sede en propiedad y con unas infraestructuras complejas y adaptadas a las necesidades de distribución, serán más reacias al cambio de ubicación por el enorme desembolso que esto les supondría.

UN CENTRO DE TRANSPORTES
Otra de las posibilidades que están sobre la mesa es una propuesta que surge del gerente de la empresa Mascaró Morera, Lluís Moll. Su apuesta es la construcción de un centro de transportes en las proximidades del nuevo puerto comercial de Ciutadella. "La mayoría de las grandes ciudades disponen de una zona donde se descargan las mercancías, y desde la cual luego se reparten por la ciudad", explica. Sería una especie de estación de camiones, donde se centralizarían todas las mercancías descargadas y las empresas que las gestionan, y desde allí se distribuirán a toda la Isla. De esta manera, explica Morera, los productos que, por ejemplo, tuvieran como destino Ciutadella, no viajarían hasta Maó para volver hasta Ciutadella. La lógica, explica Moll, apunta a que ésta es la mejor opción y Ciutadella el emplazamiento ideal "porque es el puerto más lógico como puerta de entrada a Menorca y además, el municipio concentra casi la mitad de las plazas turísticas de la Isla".

La alcaldesa en funciones de Ciutadella, Pilar Carbonero, asegura que por ahora, en ningún momento se ha planteado ni estudiado la posibilidad de construir este centro de transportes en las proximidades del nuevo puerto, un espacio que está pendiente de la redacción del Plan Parcial.