firma. Francisco Tutzó, Jesús Esparza, Antonio Olives, Pedro Martín, Emilio González y el notario Jesús María Morote, ayer en Maó - Gemma Andreu

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Oficialmente ya son los propietarios de la compañía. Representantes de la dirección y de los trabajadores de Quesería Menorquina y los administradores concursales de Carcesa, la empresa propietaria hasta ayer del cien por cien de las acciones de la factoría mahonesa, firmaron al mediodía en una notaría de Maó, la compraventa de la planta quesera. La operación se ha concretado en un tiempo récord, apenas seis meses después de que Nueva Rumasa cerrara a finales de 2010 una promesa de venta de la propiedad a directivos y trabajadores.

El notario Jesús María Morote-Mendoza dio fe pública de la compra de la compañía hasta ahora propiedad de la familia Ruiz Mateos. El acto contó con la presencia del director general y del presidente del Consejo de Administración de Quesería, Jesús Esparza y Francisco Tutzó, respectivamente; con el presidente del comité de empresa, Antonio Olives, y con Pedro Martín Molina y Emilio González, administradores concursales de Carcesa, desplazados expresamente a Menorca para la firma.

La transacción se cerró por un precio simbólico de 346 euros y por el que los compradores asumen un pasivo de entre 30 y 35 millones de euros, superior en unos diez millones de euros al valor de los activos de la empresa. No obstante, esta cantidad aún no ha sido definida totalmente, según precisó ayer el director general de Quesería. "Será una cantidad muy significativa, pero en cualquier caso pensamos que podremos llegar a un acuerdo con los acreedores", vaticinó Esparza.

"Es un día trascendental"

Según destacó el director general de la compañía "Hoy [por ayer] es un día significativo para Quesería y para Menorca en general por la trascendencia e implicación que tiene esta industria en la Isla", dijo, al tiempo que hizo hincapié en el esfuerzo que con la compra realizan los trabajadores para intentar viabilizar la planta. "El primer paso imprescindible era salir de la órbita de la familia Ruiz Mateos" aseveró. A partir de aquí, explicó Esparza, la viabilidad de la empresa pasa ahora por retomar la fortaleza y estabilidad financiera de la compañía, por revitalizar la relación con los clientes y por definir un convenio con los acreedores que permita retornar en los próximos años "una normalidad absoluta".

Los responsables de Quesería expresaron su confianza en la continuidad de la producción fabril a través de un plan de viabilidad. Además, subrayaron que, tanto la administración concursal, como el nuevo Consejo de Administración y los propios trabajadores, "principales activos de la compañía" están dispuestos a hacer "todos los esfuerzos posibles" para que la empresa industrial "más emblemática" de la Isla no desaparezca y puedan mantenerse, en consecuencia, los puestos de trabajos directos e indirectos.

De hecho, en opinión de los ya nuevos propietarios de Quesería, esta fábrica, por equipos, instalaciones y "saber hacer de sus trabajadores" es la planta de queso procesado "más competitiva de España", además de contar con "la mayor capacidad productiva instalada para la fabricación de queso fundido, en porciones, lonchas y rallado".

Agradecimientos

Los responsables de la marca quesera Tranchettes, agradecieron, a través de un comunicado, las muestras de apoyo y solidaridad recibidas. Y en especial de clientes y proveedores, "que a pesar de las extremas dificultades por las que hemos y estamos pasando", han seguido confiando en la empresa, incluso después de solicitar concurso voluntario de acreedores, que "con esfuerzo, trabajo y dedicación confiamos en superar", remarcaron.

Nuevo Consejo de Administración

Presidente de honor
Francisco Tutzó.

Vicepresidente y consejero delegado
Jesús Esparza.
(mantendrá el cargo de director general de la compañía)

Vocales
Jesús Villar; Manuel Vecillas y Antonio Sintes.

Secretario (no consejero)
Pedro Monjo.