Amarres. Ocibar da por perdida la inversión realizada pero evita la sangría de pagar a APB un canon anual de 927.599 euros durante 14 años - Gemma Andreu

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El presidente de la asociación de amarristas de S'Altra Banda del puerto de Maó, José María Michelena, expresó ayer su preocupación por la renuncia de Ocibar a la gestión de la marina de la ribera norte, pero al mismo tiempo subrayó que este hecho puede ser una oportunidad para revisar las bases de la concesión.

Ocibar argumentó su decisión de abandonar la ribera norte que gestiona desde 2009 en la difícil situación económica y la caída "vertiginosa" del mercado náutica.

El desmedido canon anual de 927.599 euros que debía abonar a Autoridad Portuaria de Balears (APB) por la gestión de 442 amarres a lo largo de siete kilómetros lineales de costa, ha sido una sangría económica que ha terminado de hundir sus iniciales pretensiones.

El puerto de Maó es visto de un tiempo a esta parte como un destino caro y muchos navegantes han tachado la rada como punto de atraque, mientras que los usuarios locales buscan otros remansos donde amarrar sus embarcaciones o se ven obligados a renunciar a su afición marinera. Michelena recuerda que la asociación que preside ya expresó a la APB su rotundo desacuerdo con las bases del concurso que fue adjudicado a Ocibar, fundamentalmente por el canon y las tarifas fijadas.

Críticas que también expresaron años antes contra Ribera del Puerto, la anterior concesionaria de S'Altra Banda. "Pasamos de pagar casi nada a Puertos a pagar mucho a Ribera del Puerto y luego a bastante más a Ocibar", comenta. En su opinión la APB debería prestar más atención a los usuarios menorquines y no pensar sólo en las embarcaciones en tránsito a la hora de elaborar los pliegos de condiciones de los concursos.

"Hay que cuidar el turismo, pero los menorquines también debemos tener un espacio a un precio asequible. Hay que revisar las tarifas y el canon", asevera.

En cuanto a la posibilidad de que sea el Club Marítimo de Mahón quien asuma temporalmente la gestión de los amarres dejados por Ocibar, Michelena se muestra a favor siempre y cuando la base social de la entidad se amplíe a más menorquines interesados en conservar o disponer de un amarre económico en el puerto.