plaza. A pesar de que los ‘indignados’ se han llevado las tiendas de campaña, han dejado un montón de sillas, un colchón, el puesto de información, las carpas y algunos otros enseres apilados. Los comerciantes están molestos por ello. - Gemma Andreu

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"No están físicamente pero han dejado buena parte de los trastos". Es la opinión de la mayoría de comerciantes que trabajan en la zona de la plaza Colón de Maó y es que, a pesar de que los 'indignados' se han llevado las tiendas de campaña y la cocina, han dejado las sillas, las carpas, la mesa informativa y una serie de enseres amontonados, colchón de matrimonio incluido, en el callejón que une la plaza con la cuesta del Teatre Principal.

La propietaria de un establecimiento de la plaza asegura que a ella no le molestaba que el grupo acampara en la zona. "Lo que no me gusta es que hayan dejado las cosas aquí. Admito que fue decisión mía dejar que ocuparan un espacio frente a mi propiedad pero admito que en estos quince días prácticamente no he recibido clientela".

Misma opinión tiene el trabajador de un local, quien dice que estaba cansado de la imagen de desorden que había. "Todo estaba tirado y los días de viento era un desastre. Además, tampoco creo que hayan dado mucha información porque la mayoría de personas que se sentaban en la terraza no sabía qué estaba pasando".

Un comerciante opinaba que los 'indignados' se han comportado estupendamente. "A mí no me han perjudicado. Es más, creo que al contrario. Los turistas lo han visto como una atracción y hasta se han hecho fotografías con los símbolos de la 'Spanish Revolution'. Creo que no ha sido para tanto y no estoy de acuerdo con los que han recogido firmas para que se vayan. Por otro lado, ya que se han ido, deberían haber quitado las carpas y dejar que le dé el sol a la estatua".

Varios trabajadores están en total desacuerdo con esta opinión. "Hay que protestar de otras formas y no durmiendo en la calle. Esa estrategia estaba ya fuera de lugar. Ahora hay que centrarse en la temporada, que vivimos de tres meses y no puede ser", decía uno. "Da mala imagen. Ya que no han sido capaces de recoger sus trastos, que venga el Ayuntamiento y se lleve todo, que esto no es estético y no sirve para nada", comentaba otra. "¿Atracción turística? En todo caso será para reírse porque el aspecto de la plaza ha dado pena estas últimas semanas y, encima, sin haber llegado a nada en concreto. Tendrían que haberse ido hace tiempo", concluye un tercero.

Precisamente, desde el Ayuntamiento se asegura que se está trabajando en la solución y que se tomarán cartas en el asunto.

Por parte de los 'indignados', se tiene intención de continuar celebrando las asambleas en la plaza, razón por la cual han dejado un montón de sillas amontonadas en una esquina. Uno de los participantes en el movimiento declara que "el domingo quedamos para recogerlo todo pero sólo nos presentamos unos pocos. Algunos de nosotros estamos adecuando un centro social en el que continuar trabajando".