directivo. Jesús Esparza, director general de Quesería - Gemma Andreu

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La iniciativa de los trabajadores y directivos de Quesería Menorquina de abandonar a la familia Ruiz Mateos, comprar la fábrica y tomar las riendas de la empresa en la que se ganan el sueldo, ha colocado a Jesús Esparza (Pamplona, 1966) al frente de una admirable y arriesgada aventura desde su cargo de director general. Licenciado en Farmacia por la Universidad de Navarra, se especializó en industria láctea en Nancy (Francia). En 1990 se incorporó a Industrial Quesera Menorquina, apenas dos años antes de que Kraft comprara las acciones de la entonces exitosa IQM. Diecinueve años después de aquella enajenación poco entendida y del desastroso interludio de Nueva Rumasa -que ha hecho peligrar su continuidad- Quesería vuelve a manos menorquinas. Los trabajadores y el nuevo Consejo de Administración, presidido por Francisco Tutzó, tienen ante sí el reto de reconstruir desde las cenizas el que ha sido el buque insignia de la industria insular.

Desde el lunes son trabajadores y propietarios de la empresa. Son jefes de ustedes mismos ¿Cómo se come eso, la gestión será diferente?
Desde el momento de la compra, los trabajadores que voluntariamente así lo han querido, han pasado a ser a su vez propietarios de la empresa mediante la compra de unas participaciones de la misma. El concepto no es que se convierten en sus propios jefes, ya que los órganos ejecutivos y jerárquicos de la compañía son los mismos que eran ayer [por el lunes]. Para entenderlo mejor, es como si un empleado de cualquier compañía cotizada en bolsa comprara acciones de la misma.

¿Tan importante era dejar a la familia Ruiz Mateos?
Sí. De los contactos que mantenemos con proveedores, clientes, entidades financieras e instituciones públicas, el hecho de salir por completo del ámbito de la familia Ruiz Mateos era una condición indispensable para comenzar a generar la confianza necesaria e intentar reconducir la situación. En esto estamos.

¿Quiénes han hecho más daño a Quesería, la gestión de los Ruiz Mateos o Kraft por vender la empresa sin concretar un plan de viabilidad?
En estos momentos, más importante que entrar a analizar comportamientos ajenos, es definir un plan de rescate que asegure el futuro de la compañía y el mantenimiento del máximo número de puestos de trabajo.

La juez del Juzgado de lo Mercantil de Extremadura que ha validado la compra a Carcesa dijo en su auto que "Quesería estaba abocada al cierre" ¿Usted pensó en algún momento que no había esperanzas de continuidad?
Su Señoría indica en el auto que "Quesería estaba abocada al cierre de no adoptarse la medida solicitada", que precisamente era la compra de la compañía por los trabajadores. En estos últimos meses hemos vivido situaciones muy críticas y ha habido pasos concretos que han evitado la parálisis total de la empresa. Para poder seguir adelante, como hemos indicado, era imprescindible que la propiedad cambiara de manos. Así lo entendió la juez y así se ha hecho.

¿La declaración del concurso de acreedores y la presencia de los administradores concursales ha sido un paso necesario o se podía haber afrontado el problema de otra manera?
Hace meses alertamos a la anterior propiedad que la deriva de la compañía nos conducía a una situación extremadamente peligrosa y de no retorno. Incluso en el último trimestre de 2010 presentamos varias propuestas a la propiedad que en aquel momento se desestimaron. Si entonces se hubieran tomado las medidas oportunas, tal vez se podrían haber variado los acontecimientos posteriores que nos abocaron al concurso. En cualquier caso, una vez llegados al extremo al que llegamos, la entrada en concurso era probablemente la mejor opción.

¿Confían en recuperar la colaboración con Kraft para salir de la actual situación?
Consideramos a Kraft como uno de nuestros principales clientes potenciales. Pensamos además que puede haber un interés mutuo por ambas compañías en alcanzar un acuerdo de colaboración dada la competitividad de nuestras instalaciones y la convergencia de intereses estratégicos.

¿Hay alguna posibilidad de recuperar la marca El Caserío?
El devenir de la marca El Caserío pertenece a Kraft. Sin lugar a dudas era el principal activo de esta fábrica y por nuestra parte estamos abiertos en colaborar con Kraft en todo lo que sea beneficioso para ambas compañías.

¿Cómo pretenden mantener y recuperar la confianza de sus clientes?
Las circunstancias que han rodeado a la empresa son bien conocidas por nuestros clientes y por tanto la iniciativa de los trabajadores de tomar el control e intentar revertir la situación de la misma es bien acogida. Al mismo tiempo, tanto la marca Tranchettes como Santé tienen una gran fortaleza e interés de cara al consumidor final por lo que nos encontramos con que los operadores están, en términos generales, en buena disposición para reiniciar su comercialización.

¿La deuda que asumen es considerable. Se habla de un pasivo de entre 30 y 35 millones de euros ¿Cómo piensan hacer frente a este agujero económico?
En la actual fase común del concurso, la administración concursal, de cara a su informe del próximo 7 de julio, está trabajando en definir la masa activa y pasiva de la sociedad. Será entonces cuando se conozca con exactitud la situación patrimonial de la empresa. En ese momento, la presentación de un plan de negocio coherente y sostenible, nos permitirá alcanzar un convenio con los acreedores.

La mayoría de los trabajadores están afectados actualmente por un ERTE. Han pasado meses sin cobrar sus salarios y consumido posiblemente gran parte de sus ahorros, pero a pesar de ello se han embarcado en la compra de la empresa. El sacrificio es extremo.
El sacrificio no sólo es extremo sino digno de admiración. Para paliar esta circunstancia, desde la entrada en concurso se han abonado, en la medida de lo posible, los salarios devengados hasta ahora. De hecho, tenemos previsto terminar de abonar la nómina de mayo esta misma semana. Por otra parte se han realizado los trámites para solicitar ante el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial) el abono de las cantidades correspondientes a la deuda concursal y cubiertas por dicho organismo. Finalmente el propio ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) facilita a los trabajadores la percepción de unos ingresos regulares sin penalizar la cuenta de resultados de la sociedad.

¿Qué papel han jugado el Consell y el Govern en la continuidad de la fábrica?
Un papel decisivo especialmente en los momentos previos a la entrada en concurso. Su compromiso con la empresa evitó en su momento que se paralizara la actividad y en consecuencia la liquidación completa del negocio.

¿En qué punto se encuentra el pago a los proveedores de cuajada?
Somos especialmente sensibles a la problemática generada con los proveedores menorquines de cuajada. Lamentamos profundamente la situación tan comprometida en la que estas circunstancias han colocado a sus explotaciones. Es por ello por lo que estamos trabajando al máximo para que el abono de las entregas correspondientes a abril y mayo se complete a la mayor brevedad posible.