Ciutadella. El tradicional homenaje al Almirante Farragut junto al monumento erigido en su memoria contó con la asistencia de autoridades civiles y militares. - Ricardo Álvarez

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El almirante Harris B. Harris, comandante de la Sexta Flota de los Estados Unidos, acompañado por el vicealmirante de la Armada Española, Javier Franco Suanzes, presidieron ayer los actos del "Memorial Day" celebrados en Maó y Ciutadella.

El acto principal organizado por la Liga Naval de Estados Unidos en memoria del Hijo Ilustre de Ciutadella y primer almirante norteamericano, David Glasgow Farragut Shine -de orígenes menorquines- tuvo lugar en la plaza de Poniente que lleva su nombre.

Junto al busto del laureado marinero a pocos metros del Castell de Sant Nicolau, se reunieron miembros de la Liga Naval, del Rotary Club, de la Armada española y de la Sexta Flota, acompañados por al alcalde de Ciutadella, José María de Sintas Zaforteza, entre otras autoridades.

Pasadas las 12.30 horas, la comitiva, celebró en la Base Naval de Maó otro acto en memoria de los marineros norteamericanos enterrados en el cementerio angloamericano del puerto. En esta ocasión, los militares estuvieron acompañados por la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, y por el primer teniente de alcalde, Simón Gornés.

Avanzadilla

El almirante Franco Suanzes recordó en una breve alocución que los marineros que yacen en el puerto, pertenecientes al Mediterranean Squadron de la Marina norteamericana fueron en el siglo XIX la avanzadilla de la actual Sexta Flota. De las 44 tumbas existentes 28 son de norteamericanas. No en vano, la Isla fue base logística de los Estados Unidos durante la Guerra de Trípoli.

Buques como el "Brandy wine", "Constitution", "Delawere" y el "Independence" fondearon en las aguas menorquinas entre 1815 y 1845. Algunos marineros murieron por enfermedad, otros por heridas, o víctimas de peleas como relata en su libro "El puerto de Maó, cementerio angloamericoano" el historiador José Luis Terrón Ponce.

Tras el "redescubrimiento" del cementerio hace unos años por el norteamericano Jim Maps, una vez al año, alguno de los buques de la Sexta Flota que navega por el Mediterráneo fondea en la bocana del puerto de Maó para adecentar y blanquear el campo santo.

En esta ocasión, militares del "USS Bulkeley" cumplieron con la tradición. En el acto de ayer en la Base Naval, tanto el vicealmirante Franco Suanzes como el almirante Harris destacaron los lazos que históricamente unen ambas armadas y ambos países.

Y tras descubrir una placa con los nombres de los marineros enterrados en el campo santo del puerto, la comitiva se trasladó al cementerio.

En este lugar, junto al embajador Británico, Gilex Paxman, quién acudió acompañado por los nueve miembros del Pikemen & Musketeers y la cónsul honoraria británica en la Isla, Debora Hellyer, se rindieron honores a los marineros fallecidos, depositando dos coronas de laurel, una de ellas del Rotary Club.