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En el ámbito directivo del deporte menorquín, Pedro Pons Vives ocupa, por méritos propios, un lugar de privilegio; "en Pedro de Colón", como popularmente se le conoce, abrió la puerta del ciclismo federado a un grupo de jóvenes aficionados que buscaban algo más que pedalear por nuestras carreteras, querían competir, y él supo darles este apoyo; como también acertó al asumir las riendas del Sporting en un momento difícil, porque era el equipo de Maó, su pueblo de adopción, aunque Es Mercadal sigue estando en su corazón, igual que Monte Toro en donde aprendió el duro oficio de albañil.

¿Cierto?
Del todo porque antes de pastelero fui albañil y fue en Monte Toro donde comencé en este oficio y en donde trabajé por espacio de cinco años.

Cuéntame tus primeros pasos en Es Mercadal.
Allí comencé mi etapa escolar; como todos los chicos y chicas de mi edad fui al colegio Público hasta que a los 14 años colgué los bártulos escolares y comencé a trabajar de albañil con mi padre y un tío mío, y lo hice en Monte Toro, en la restauración del Santuario y demás dependencias del recinto.

Sin embargo no te conformaste con el panorama que se abría ante ti y buscaste nuevos horizontes.
Sí, en Es Mercadal todo giraba en torno a la "pagesia"; fuera de este mundo había pocas posibilidades y yo era un chico inquieto y sin pensarlo dos veces un domingo cogí mi bicicleta y fui a Alaior y allí, por mediación de un amigo, empecé a trabajar con Antonio Quintana, "en Toni de s'estany", hasta que un día me tropecé casualmente con Fernando Sintes, de La Menorquina con el que estaba emparentado y al verme me preguntó qué estaba haciendo allí, se lo expliqué y …

Se abrió para ti un nuevo mundo.
Pues sí, entré a trabajar en La Menorquina, el primer eslabón de la cadena que me llevó a ser pastelero; allí estuve trabajando durante tres años; la "mili" fue la causante de que no siguiera, pero la consideré como un alto en el camino.

Luego, según dices, "desembarcaste" en Ferreries.
Efectivamente, en el año 54, y seguí en el mundo de los dulces, a Can Serra, que había sido designado alcalde y necesitaba de un ayudante; "fiché" con la condición de que lo dejaría cuando él cesase de la alcaldía y así lo hice; allí estuve trabajando aproximadamente durante dos años.

El siguiente "salto" te llevó a Maó.
A Ca na Delfa de "sa costa de sa Plaça"; el resto vino rodado; en dicha pastelería estuve tres años, durante los cuales me instalé en Maó y me traje de Es Mercadal a mis padres y a mi hermano, y tras esta nueva etapa de aprendizaje me instalé por mi cuenta.

Y "nació" la Pastelería Colon".
Sí, iniciando con ello una nueva etapa, la definitiva; y que tú conoces sobradamente; alquilé el local de la plaza Colón por mil pesetas mensuales, cantidad en aquellos años muy respetable, y fui haciendo camino; posteriormente adquirí el horno "des Patronet", de Antoni Orfila, ampliando con ello el negocio y, ya ves, una pastelería con 53 años de historia que posiblemente y después de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia cerrará sus puertas. Los años pasan y los hijos buscan nuevos horizontes, como lo hicimos nosotros.

¿Cuándo te casaste?
Como sabes mi mujer es de Alaior, a la que conocí siendo ambos muy jóvenes; nos casamos en el año 60, tras 11 años de noviazgo, "moda" al uso en aquellos años.

Bici o fútbol, ¿qué fue primero?
Bici, aunque el fútbol siempre me atrajo; aquí, en Maó, y en aquellos años, yo era de la Unión, pero los amigos con que salía habitualmente eran del Menorca.

Situación harto frecuente. ¿Cómo nació la Peña Ciclista?
Un día vinieron a verme para hablar conmigo, un grupo de chavales, chicos jóvenes muy ilusionados con el ciclismo; recuerdo que entre ellos estaban Arturo Sintes, Yurca, Joan Torres, de Bonnín Sansó, Jaime Villalonga, Sacacia, Paquito y algunos más cuyo nombre en estos momentos no recuerdo; en el 67 ya habían organizado algunas carreras y me propusieron les diera el soporte que necesitaban para crear un club ciclista… les escuché y quedamos en vernos al cabo de unos días para que yo pudiera meditar la propuesta y establecer algunos contactos.

¿Y así lo hiciste?
Efectivamente, y el primero con el que contacté fue con el padre de Arturo Sintes, que conocía las pretensiones de aquel grupo de jóvenes; el resto vino rodado; alquilamos un "soterrani" en la calle Cós de Gràcia, enfrente al Hospital Municipal, lo adecentamos convenientemente iniciando con ello la aventura de la Peña Ciclista Mahonesa, que el 20 de abril de 1968, una vez federada, inició su andadura.

Local que recibió todas las bendiciones.
Sí, porque fue bendecido por el padre Petrus, y Dolores Seguí de Vidal, hija de Biel Seguí, en aquel momento alcalde de Maó, fue su madrina.

Y del Cós pasasteis a la calle del Ángel.
Ésta fue la ubicación definitiva; también en el sótano al que adecuamos como local social y oficinas; recuerdo que el coste de la reforma ascendió a doscientas mil pesetas.

Como presidente de la Peña estuviste presente en la reunión que se celebró en el Ayuntamiento, con el delegado nacional de Deportes, Juan Antonio Samaranch, ¿lo recuerdas?
Desde luego que sí; durante dicha reunión se dirigió directamente a mí porque no le había formulado ninguna petición y me dijo: "Y usted, ¿no pide nada?", yo le contesté que lo nuestro era el ciclismo y que difícilmente podría "embarcarse" en la construcción de un velódromo; le gustó mi contestación y añadió que "pero podemos hablar de la construcción de una "voltadora", y ya ves, todavía estamos en ello; lo que conseguimos fue que nos mandara un trofeo, una copa de plata, que al disputarse llevó su nombre.
En el 68 la actividad de la Peña fue casi frenética, porque organizasteis hasta …
16 carreras, además del campeonato de Menorca de montaña y del campeonato, también de Menorca, contrarreloj; y nos visitó, por primera vez, Andreu Canals, presidente de la Federación Balear.

La primera prueba de fuego fue el Campeonato de España por equipos y contra reloj. ¿Lo recordamos?
Claro; su presupuesto superó las doscientas mil pesetas y su desarrollo resultó espectacular; recuerdo que a punto de dar la conformidad nos encontramos con que no disponíamos de alojamiento, los hoteles estaban al completo y, aprovechando las buenas relaciones que mantenía con el general gobernador de la Isla, un vasco muy aficionado al ciclismo le expuso el problema y, a los pocos días me llamó para decirme que estaba solucionado; adecentó de maravilla una nave del Cuartel de Santiago y allí instalamos a todos los corredores; en el aspecto puramente deportivo cabe señalar que participaron 16 equipo y que el de Castilla fue el ganador de la prueba.

En el 71 el ciclismo menorquín se vistió de gala. ¿A causa de...?
La primera vuelta ciclista a Menorca para profesionales; la carrera tuvo lugar durante los días 21 y 22 de junio y fue ganada por Gómez Lucas; a ella acudieron los equipos del Karpi, Orbea, Werner, y La Casera; aquel mismo año la Pena Ciclista Mahonesa fue elegida, por votación popular, "Protagonista de la vida menorquina" en el apartado de deportes; con anterioridad, en el año 69, la Delegación Provincial de Educación Física y Deportes nos había otorgado el "título" de equipo más distinguido; galardones ambos que reforzaron nuestra confianza y el deseo de seguir trabajando para el ciclismo menorquín.

Al año siguiente, en el 72, José Maria Lasa se proclamó campeón de la II Vuelta a Menorca.
Veo que todavía te acuerdas de aquellos años llenos de acontecimientos deportivos y que ambos vivimos intensamente; efectivamente, fue como dices, el Kas que el año anterior no pudo desplazarse a la isla por estar compitiendo en el Tour de Francia llegó con todo su equipo de figuras y consiguió que uno de sus corredores, Lasa, fuese el ganador; apuntaré que el presupuesto de la carrera fue de dos millones de pesetas.

De los años siguientes, ¿qué destacarías?
La Vuelta, internacional, a Menorca para aficionados de primera y segunda que se disputó en el año 73 y, lo más importante, la etapa que de la Volta Ciclista a Catalunya, que se denominó "Salto al Mediterráneo" se desarrolló aquí, en Menorca; todo un acontecimiento y que tú debes recordar muy especialmente porque éste "salto" lo protagonizó un ferry de la Trasmediterránea que con este viaje iniciaba su andadura marítima. El presupuesto de aquella etapa fue de un millón de las antiguas pesetas.
Tras 30 años en el candelero, en que incluso llegasteis a contar con una sección de motociclismo, también federada, la actividad decayó y tú te pasaste al mundo del fútbol.

¿Qué te llevó a dar el salto?
Como te he dicho, yo era unionista y vivía la revalidad que existía entre los dos equipo mahoneses, por ello y en un principio era contrario a la fusión, sobre todo por la cuestión de rivalidad, pero mi amistad con Antonio Orfila hizo que conociera la realidad y que comprendiera que la fusión era necesaria, puede que "como mal menor", pero inevitable y aposté por ella.

Hasta llegar a la cima del Sporting Mahonés.
Así sucedió; Antonio Chamorro –recientemente fallecido– que se había hecho cargo de la presidencia del Sporting me propuso entrar en su equipo directivo y acepté el ofrecimiento que con posterioridad me llevó a la presidencia del club, concretamente cuando el equipo, tras proclamarse campeón de Baleares, ascendió a la III División, en el Grupo Segundo de la misma y, con pocos fichajes -Rojas, entrenador, Nebot y un portero- realizamos una buena campaña, porque contábamos con un buen equipo, Justo Olives, Massanet, Galmés, Astol y otros excelentes jugadores que están en la mente de todos.

En aquel momento el incremento de socios fue realmente importante.
Y muy positivo porque llegamos a contar con 960; en este aspecto "Miguelín" era un campeón, siempre se presentaba con algún nuevo "fichaje"; yo, al hacerme cargo del club, había prometido trabajo pidiendo, como contrapartida, la colaboración de todos, particularmente considero que cumplí con mi parte lo segundo y por diversas circunstancias, lo dejo en el aire… luego llegó la etapa de Dolores Pons Roselló y aunque colaboré con ella, fui positivamente crítico porque en determinadas cosas, no estaba de acuerdo con su forma de actuar, diferencias que, por otra parte, no provocaron ni tensiones ni fractura en nuestra amistad.

Gaspar Melsión fue el "salvador" en un momento extremadamente difícil.
Lo fue, por ello no tuve reparos en trabajar en su equipo, ya que consideré que el Sporting precisaba de todos y yo no podía ser ajeno a esta realidad.

De aquellas etapas, ya comentadas, hay algunos extremos que deseo amplíes como es el hecho de veros obligados a jugar en Los Pinos o algunos aspectos referentes a la construcción del campo municipal.
Ante la imposibilidad de poder jugar en Maó nos "desplazamos a Los Pinos, en donde se nos acogió fenomenalmente; la directiva alayorense tuvo, para con el Sporting, una sensibilidad especial, el alquiler del campo –todo incluido– era de quince mil pesetas mensuales, cifra que con las entrada de los partidos, superábamos con creces, pero al contar con un campo propio, aunque municipal, regresamos a casa… por lo demás puedo afirmar que estuve allí, en Bintaufa en el momento en que se iniciaron las obras y seguí, casi diariamente, el desarrollo de las mismas, como la instalación del césped y el posterior riego automático; riego casi idéntico al del campo del Bar­ça; su coste, en lo que se refiere solamente al riego, alcanzó los dos millones de pesetas.

Política, aparcaremos el resto y nos adentraremos en algo que también te apasiona porque formaste parte en la lista electoral del CDS para el Ayuntamiento de Maó que yo mismo encabezaba.
La política en sí me atrae, me gusta si consiste en trabajar para y por el pueblo. Lo otro, cuando se convierte en un debate partidista, en ocasiones en un tono un tanto polémico, me descoloca y pierde todo su atractivo; posiblemente ésta sea una de las razones de tanto desencanto como existe por la cosa pública que debería ilusionarnos a todos.

¿Cómo conceptúas el cambio operado en nuestra ciudad?
De esperado; es cierto que hay muchos factores a tener en cuenta, desde la desacertada política llevada a cabo por el gobierno central hasta las "pequeñas cosas" en lo local, pero Maó quería el cambio, se mascaba, y apostó abiertamente por él.

Y a nivel de Menorca, ¿cuál es tu opinión?
Que la cadena de despropósitos también ha tenido gran importancia como la han tenido otros factores tales como el abusivo número de cargos de confianza, cuando la realidad aconseja que sean los profesionales de la casa quienes asuman la responsabilidad del trabajo y lo hagan con eficacia y dedicación; tampoco he comprendido el empeño en la construcción del dique de Ciutadella, una obra cuya viabilidad pongo en tela de juicio.

Juan Vadell Thomás, ¿qué significó para ti?
A lo largo de mi vida he tenido muy buenos amigos pero con él había algo más, nos habíamos criado juntos y entre nosotros existía una fraternal relación; su muerte me causó un profundo dolor … de los tiempos del Sporting, quiero significarlo, Vert fue mi mejor amigo, todo un sportinguista.

¿Darías algún consejo a la juventud actual?
De consejos pocos, alguna sugerencia; decirles que el deporte es vida, es incluso algo necesario, que se vuelquen en su práctica y dejen otras "alternativas" poco sanas, luego que sean tenaces para labrarse un futuro que deberán compartir.

En estos momentos, ¿qué le pides a la vida?
Para mí muy poco, seguir a pie de obra, pero para mi familia y mis amigos, lo mejor del mundo.
Y que todo esto llegue en un tiempo de bonanza.