Son Saura. Los operarios del consorcio insular de limpieza de playas actuaron ayer en esta cala y también en Macarella - Paco Sturla

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Ayer comenzaron los trabajos de retirada de la posidonia de las calas vírgenes de Menorca. Después de que el jueves el conseller de Cooperación Local, Juanjo Pons, diera la orden, los trabajadores del consorcio insular de limpieza de playas se desplazaron ayer hasta Macarella y Son Saura para ponerse manos a la obra. Se toparon con un impedimento: gran parte del alga se encontraba dentro del agua, con lo que no pudo ser retirada en las cantidades previstas. De todos modos, se aprovechó para hacer un peinado de la arena de la playa y para iniciar los trabajos manuales en Son Saura. Mientras los operarios trabajaban, diferentes sectores de Menorca valoraban una de las primeras decisiones del ejecutivo insular del PP. Mientras el sector turístico aplaude la iniciativa, el GOB y el PSM la critican.

Joan Melis, presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), se mostraba ayer plenamente satisfecho de la decisión del Consell. "Ya era hora que alguien decidiera actuar de forma valiente, puesto que en estas fechas las playas vírgenes ofrecían una imagen que no se correspondía con la realidad que promocionamos fuera de la Isla", explica. De hecho, gran parte del debate de ayer partía de la frase del conseller Juanjo Pons, quien aseguró que uno de los objetivos de la retirada de las algas era conseguir que las playas se parecieran a las que se venden en los folletos turísticos. En este sentido, Melis no tiene dudas. "Si todos estamos de acuerdo en que el turismo debe ser el sector que tire del carro para superar la crisis, nuestro producto turístico debe estar en óptimas condiciones. No estamos haciendo nada nuevo, que no hagan nuestros destinos competidores. Nunca hemos promocionado nuestra isla con una playa repleta de algas, y en esta época es muy importante evitar un posible desencanto del turista que espera una playa como las que ha visto en los folletos y que cuando llega a ella, tras hacer un esfuerzo para acceder, se la encuentra con una imagen totalmente diferente", comenta Melis.

LAS GOLONDRINAS
El argumentario del presidente de ASHOME es muy similar al que utilizan otros sectores directamente afectados por el estado de las calas vírgenes. Dámaso de la Cruz, responsable de una de las golondrinas de Ciutadella, celebraba ayer la decisión del Consell asegurando que "llevábamos tiempo pidiendo esta medida, si bien no es una demanda de los empresarios, sino de los propios clientes", comenta. De la Cruz asegura que, por su experiencia, "los turistas no ven la posidonia como algo positivo, por mucho que se lo expliques. Lo ven como algo molesto, que entorpece el baño y además huele mal. Estos días, por ejemplo, cuando hacíamos viajes a Son Saura, algunos de los clientes se quedaban al lado del barco nadando, para no ir a la playa invadida por el alga".

EL RESTAURANTE
Otra de las que aplaude la decisión del Consell es una de las responsables del restaurante Susy, ubicado en Macarella. Juana comenta que "estamos muy satisfechos, puesto que era una actuación súper necesaria. Al ver el cambio de gobierno en el Consell, tuvimos la esperanza de que se haría, y así ha sido". La propietaria comenta que "estos dos meses, con la playa llena de alga, ha sido terrible, la gente se quejaba y algunos incluso pensaban que el alga era tóxica. Ha habido gente que, al llegar a la playa y ver cómo estaba, daba media vuelta y se volvía a su casa. Estamos muy agradecidos a la labor del Consell y del Ayuntamiento de Ciutadella".

EL GOB
Muy diferente es la opinión del GOB. Su responsable de política territorial, Miquel Camps, asegura que la decisión del Consell "no responde a un problema turístico, sino a uno político". Camps considera que "las estadísticas demuestran que no hay ningún problema con la presencia de posidonia en las calas vírgenes, puesto que son las más concurridas de la Isla". Según Camps, el problema no es el alga, "sino el desconocimiento de la realidad ambiental de las playas de Menorca. Algunos quieren que nuestras calas sean como las del Caribe, cuando no es así. En nuestro caso, la posidonia forma parte del ecosistema".

El ecologista también se refiere al debate sobre las fotos promocionales mediante una pregunta: "¿Tenemos que cambiar la realidad para adaptarla a las postales o en cambio lo que hay que hacer es explicar a la gente cuál es nuestra verdadera realidad?". Camps asegura que la retirada mecánica de la posidonia "será muy cara, y además pasará factura a las generaciones posteriores".

EL PSM
Los nacionalistas también critican la decisión de Juanjo Pons, asegurando que "nos cuesta entender que tengamos que modificar el territorio para que se parezca a una postal o a una foto trucada que se utiliza de Menorca para su promoción. Seguramente lo más apropiado sería utilizar las fotos reales de las calas de Menorca y explicar e informar sobre la realidad de las mismas con campañas como las que se han desarrollado en los últimos años". El PSM advierte que "hay actuaciones sobre las playas que pueden generar mayores problemas en las mismas a medio y largo plazo".