ALAIOR. La arqueta construida por los operarios donde se instalará el nuevo radar fijo de control de velocidad situado en las cercanías del desvío a Son Bou - Gemma Andreu

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Una brigada trabaja estos días en la colocación de las arquetas y el cableado del nuevo radar de control de velocidad que la Dirección General de Tráfico tiene previsto instalar a la altura del kilómetro 13 de la carretera general, en las cercanías al desvío de Son Bou, en Alaior.El lugar elegido es uno de los puntos negros de la red viaria menorquina. El último siniestro registrado en este punto kilométrico tuvo lugar hace justo ahora un año, cuando un turismo invadió el carril contrario y arrolló a un grupo de ciclistas, provocando la muerte a dos de ellos.

Esta nueva acción de la Dirección General de Tráfico está destinada a reducir la velocidad en este tramo de la Me-1 en particular, y a disminuir la siniestralidad de las carreteras en Menorca en general. Antes de entrar en funcionamiento de forma regular está previsto que el nuevo mecanismo de control funcione en fase de pruebas durante un corto periodo de tiempo, con el fin de ajustar posibles deficiencias.

Estos nuevos radares fijos se suman a los instalados por la Dirección General de Tráfico a mediados de 2008 en el punto kilométrico 21,4 de la carretera general, a su paso por la localidad de Es Mercadal (en dos direcciones). Durante el primer año de funcionamiento de estos dispositivos se advirtieron algo más de 14.000 infracciones, una cifra muy similar a la que detectaron un año más tarde. Se da la circunstancia de que desde hace apenas unas semanas estos radares cuentan con nuevos paneles luminosos de señalización y advertencia. Los conductores no deben sobrepasar los 50 kilómetros por hora en la travesía de Es Mercadal. Los radares son además una herramienta para mentalizar al conductor sobre los peligros que entraña conducir a velocidades inadecuadas. La presencia de estos dispositivos fijos y móviles en la Isla, unido a la entrada en vigor del carné por puntos y una mayor concienciación han contribuido en los últimos años a reducir los registros de siniestralidad en las carreteras de Menorca.
La agenda de la Dirección de Tráfico también contempla desde 2008 la instalación de radares fijos en la carretera que une Maó con Fornells, un dispositivo que algunos conductores han reclamado para controlar, en su opinión, el exceso de velocidad de algunos motoristas.