La zona con escalones se ubicaría en dirección a mar abierto, para recoger la arena que transporte el mar. En su parte posterior, orientada hacia la playa, la cuña ejercería de muro de contención para evitar la pérdida de arena de la playa - dm

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Uno de los debates de este verano ha sido la conveniencia o no de retirar las algas de las playas vírgenes. Los que criticaban esta medida que al final ha adoptado el Consell aseguraban que la posidonia es un elemento clave para la conservación de la arena en las calas. En pleno debate, un proyecto redactado unos años atrás vuelve a ponerse sobre la mesa precisamente para evitar la pérdida de arena en las playas. Sus responsables lo conocen como cuña regeneradora de fondos marinos.

La idea consiste en la instalación de una especie de cuña de hormigón sumergida a una distancia prudencial de la línea de playa. Esta construcción, en forma de triángulo, permitiría la acumulación de la arena transportada por las corrientes marinas en sus escalones y además, por la forma de cuña, evitaría que los temporales se llevasen la arena acumulada en la playa y en el fondo marino entre la cala y la cuña. Según sus promotores -un grupo de empresarios de las islas, entre ellos un menorquín-, el sistema no perjudica al medio ambiente y es una alternativa mucho más efectiva y respetuosa que otros sistemas de regeneración de playas como pudiera ser la extracción de arena del fondo marino.

Para su funcionamiento, se instalarían tantas cuñas como fuera necesario en cada playa, formando una especie de dique sumergido. Cada una de las cuñas pesaría 16,4 toneladas, y tendría un metro y medio de altura, por dos y medio de longitud. Encima de las cuñas se dejaría como mínimo una profundidad de 2,5 metros de columna de agua, para permitir la circulación del flujo de corrientes marinas.

El sistema cuenta con varios estudios técnicos que lo avalan, entre ellos los de la Universitat de les Illes Balears. La bióloga marina Isabel Moreno, una de las que informó el proyecto, confirma que la cuña es mucho menos perjudicial para el medio ambiente que la regeneración mediante la succión de arena del fondo del mar para depositarla en la playa. De todos modos, Moreno asegura que en caso de optar por este sistema, sería necesario un estudio muy detallado de cada una de las playas, y en cuando se hubiera instalado la cuña, un seguimiento exhaustivo para determinar su grado de éxito. "Uno de los puntos fuertes de este sistema es que, si se demuestra que no funciona, se puede retirar, no es irreversible", asegura Moreno, quien certifica que modelos similares han funcionado en playas de Estados Unidos. "No obstante, cada playa es un mundo", puntualiza.

En su día se realizaron algunos trámites para poder implantar este sistema en alguna playa de Menorca, pero la iniciativa no llegó a cuajar. Ahora, este periódico ha podido saber que la propuesta vuelve a estar sobre la mesa de algunas administraciones, que tienen previsto estudiarla. No obstante, una de las dudas que sobrevuelan sobre este proyecto es conocer cuál es la administración responsable de autorizar un proyecto que, si bien se ubicaría en el fondo del mar, afectaría al litoral.

Solución para los fondeos
El proyecto de dique sumergida o cuña regeneradora de fondos submarinos, que en su día recibió varios premios internacionales, apuesta por dar una utilidad a la construcción sumergida. Así, una de ellas sería anclar una especie de pantalanes flotantes en esta estructura para que pudiera acoger varias embarcaciones amarradas, sin que éstas tuvieran que fondear su ancla en el fondo del mar, evitando así -aseguran sus promotores- un daño irreversible al lecho marino y a las praderas de posidonia.

La bióloga Isabel Moreno entiende que esta fórmula podría funcionar, aunque reclama el estudio pormenorizado. En su opinión, hay otros métodos para evitar la pérdida de arena de las playas, algunos de los cuales ya se han utilizado en Menorca. Se trata, por ejemplo, de la instalación de barreras de caña en la arena en temporada baja, para evitar que el viento transporte arena hacia otros puntos y se pueda perder. El método más eficiente, asegura la bióloga, es la replantación de las dunas arenosas en aquellas playas que disponen de ellas. Sobre las cuñas, Moreno resume diciendo que "es indudable que retendrían la arena, siempre y cuando se demostrara que la corriente transporta arena, porque en algunos casos hemos alterado tanto el medio físico que incluso hemos alterado esta situación", concluye.