"mateu orfila". La consellera Carmen Castro, junto al director del IB-Salut, José Bestard y el nuevo gerente, José Luis Gallego - Javier

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La consellera balear de Salud, Familia y Bienestar Social, Carmen Castro, afirmó ayer en Menorca que al problema de los traslados por motivos médicos a la Península y Mallorca, y la deuda con los farmacéuticos, están "a punto de desbloquearse" al estar cada vez más próxima la posibilidad de lograr la financiación necesaria después de que el Gobierno central aprobara el Plan de Saneamiento Económico y Financiero presentado por el Ejecutivo balear. No obstante, insistió en que cualquier enfermo de Menorca que no pueda hacer frente al adelanto del pago del billete del traslado a un centro sanitario de fuera de la Isla debe ponerse en contacto con la asociaciones de pacientes o con el doctor Antoni Salvà, el interlocutor recién nombrado por el Govern ante estas asociaciones, "para buscar la mejor solución". "El problema de los pacientes que deben desplazarse es un tema prioritario en el que trabajamos prácticamente desde el primer día para desencallar una situación que nos hemos encontrado", remarcó.

La consellera hizo estas declaraciones durante una visita relámpago al "Mateu Orfila" para presentar al nuevo gerente del Área de Salud de Menorca, el doctor José Luis Gallego. Precisamente, el nuevo responsable del hospital hizo hincapié en sus primeras declaraciones públicas en que trabajará para que sean los especialistas y no los pacientes y sus familiares quienes deban trasladarse de una isla a otra. En este sentido apuntó, por ejemplo, a la especialidad de neurología y aquellas que acumularon el año pasado un mayor número de derivaciones de pacientes. "El profesional puede asumirlo, no sólo es el tema económico, también hay que ver los intangibles, porque es una perdida de tiempo para el paciente que normalmente no está en las mejores condiciones para viajar", apuntó.

No habrá privatizaciones
Por otra parte, Carmen Castro aclaró que el Govern no tiene la intención de privatizar ningún hospital ni cerrar Puntos de Atención Continuada (PAC) en el ámbito sanitario. Aseguró que el objetivo del departamento que dirige es dotar de "mayor eficiencia al sistema sanitario para asegurar las prestaciones en una época de crisis" como la actual. Con este propósito, el Govern sólo contempla, dijo, continuar con la línea de externalizaciones de servicios no sanitarios (lavandería, cocina, servicios de seguridad) puesta ya en marcha por el gobierno de Antich en los hospitales de Palma y Eivissa, Son Espases y Can Misses, respectivamente. "Pero esto no tiene porqué llamarse ahora privatizaciones si antes no se llamaba así", remarcó en respuesta a las críticas lanzadas por los sindicatos.

No habrá despidos
La consellera de Salud también recalcó que el gobierno de Bauzá no pondrá en práctica el Plan de Saneamiento Económico y Financiero diseñado por el Ejecutivo de Antich para la sanidad pública Balear. Según Castro, dicho plan contemplaba entre otras cuestiones el despido de 1.700 trabajadores de la sanidad para llegar a finales de año, no sustituir las bajas de médicos y enfermeras, así como cerrar Puntos de Atención Continuada. "Ellos (gobierno de Antich) pretendían cerrar PAC y nosotros hemos planteado que, en algún momento, se podrían reajustar horarios en puntos situados junto a un hospital comarcal y, por tanto, no sería en zonas como Palma ni Menorca ni Eivissa" señaló. "Además se consensuaría con los profesionales y si no se puede, no se llevaría a cabo", apostilló la consellera antes de pedir un tiempo de cortesía para el gobierno de Bauzá.