Unidos. El obispo de Menorca, Salvador Giménez, en la foto de grupo con los jóvenes que viajan hoy al encuentro de Madrid - Gemma Andreu

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Manifestar públicamente la alegría de creer y vivir en la fe, en una Europa "que a veces parece estar lejos de Jesucristo" pero que, sin embargo, ha llevado el mensaje evangelizador al resto de continentes. Ésta será la fiesta que se celebrará esta semana en Madrid durante la Jornada Mundial de la Juventud, aseguró ayer el obispo de Menorca, Salvador Giménez, durante la celebración en el Santuario de la Virgen del Toro del envío de los jóvenes que acuden, ilusionados, a un encuentro en el que convivirán y se relacionarán con gente de todo el mundo que comparte un objetivo: hacer visible la unidad de la Iglesia.

Serán dieciocho chicos y chicas, en un grupo de 25, ya que van acompañados de adultos, los que viajan hoy a la capital, y se unirán a compañeros de las diócesis de Mallorca y Eivissa, con los que convivirán alojados en un convento de religiosas oblatas del barrio de Carabanchel, donde compartirán tiendas de campaña y participarán, algunas mañanas en las sesiones de catequesis, y por las tardes en el programa organizado, que incluye una plegaria vocacional, un acto de los Salesianos, talleres, animación y un encuentro con misioneros internacionales.

En realidad, la delegación menorquina, que encabeza monseñor Giménez, es más amplia, ya que serán más de 50 personas las que acudirán a la Jornada; algunas familias han viajado ya este fin de semana a Madrid.

Según explicó ayer Fel Enrich, director del Secretariado de Juventud de la Diócesis de Menorca, los jóvenes tendrán tiempo también para realizar algunas visitas turísticas y participarán en la vigilia con el Santo Padre que tendrá lugar el sábado en Cuatro Vientos. Allí se quedarán a dormir para el domingo día 21 asistir a la misa de clausura, concelebrada por Benedicto XVI, los obispos y los sacerdotes, y en la que se dará a conocer la próxima ciudad en la que se celebrara una nueva edición de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Polémica

Todos los jóvenes recibieron, al finalizar la celebración litúrgica, una camiseta de la Jornada "como signo del envío de la Iglesia Diocesana, porque nadie va por su cuenta", explicó el obispo al grupo y a sus familias, que acudieron ayer, festividad de la Asunción de la Virgen María, a preparar la salida de Menorca con destino de Madrid.

La polémica suscitada en torno a la JMJ y la visita del Papa, que llegará a las 12 horas del jueves, a Barajas, no fue obviada por monseñor Giménez, en sus palabras a los jóvenes, padres y familiares. "Perdonad las críticas, las ironías y las infamias que se dicen a veces contra los cristianos", exhortó el obispo, al tiempo que animó a todo el grupo a "expresar la fe y predicar a Jesucristo" junto a peregrinos de todo el mundo. También agradeció monseñor Giménez el esfuerzo realizado por el Secretariado de Juventud, para organizar el viaje, junto con los obispados de Mallorca y las Pitiusas, así como el de los dos sacerdotes, el diácono y los padres que acompañan a los jóvenes.