Conducción. Un furgón de la Guardia Civil escoltado por un vehículo patrulla del mismo cuerpo condujo en sucesivos viajes los veinte reclusos desde el Aeropuerto de Menorca hasta el Centro Penitenciario de la carretera de Sant Lluís - Javier

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El Centro Penitenciario Menorca volvió a vivir ayer una jornada intensa de trabajo con la incorporación de otros 20 reclusos más procedentes de la prisión de Palma. En total ya suman cuarenta tras recibir la semana pasada la primera remesa.

El director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Javier Tejero, confirmó que no se esperan nuevos traslados en los próximos días, a pesar de que en un principio se informó de la llegada al centro a lo largo del mes de hasta 60 reclusos. El centro menorquín tiene capacidad para acoger a 210 internos.

En cuanto a la posibilidad de que algunos de los recién llegados no sean de origen menorquín o afincados en la Isla tal y como se había anunciado, Tejero respondió no tener constancia de este hecho.

El traslado se realizó con la misma discreción desplegada en la primera operación hace ahora una semana. Los reclusos procedentes de la prisión de Palma aterrizaron a primera hora de la mañana en el Aeropuerto de Menorca en un avión privado fletado por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Permanentemente vigilados por agentes la Guardia Civil fueron trasladados en sucesivos viajes al Centro Penitenciario de la carretera de Sant Lluís en un furgón del Instituto Armado escoltado por un vehículo patrulla. En el interior de la prisión, agentes de la Policía Nacional se hicieron cargo de los internos.

Cabe recordar que la Guardia Civil sólo se encarga de las conducciones de los reclusos desde el Aeropuerto hasta la prisión, mientras que la Policía Nacional asume el servicio de vigilancia y protección de la prisión así como los traslados y custodia en sede judicial.

Al respecto, la Unión Federal de la Policía (UFP) criticó ayer que el delegado del Gobierno en Balears, Ramón Socias "no se ha dignado" a recibir a los representantes sindicales de este cuerpo para abordar la asignación del servicio de vigilancia y protección de la Prisión de Maó a la Policía Nacional.

La UFP denunció recientemente el malestar que esta asignación ha creado entre la plantilla del cuerpo en Maó y remitió un escrito al delegado del Gobierno solicitando que se reconsidere esta situación por los perjuicios que dicha medida puede ocasionar en las condiciones sociolaborales de los funcionarios y la precaria consolidación de los efectivos fijos de la Policía en Maó.

Según el sindicato policial, en un principio se habló de que dicho servicio debería ser asumido por la Guardia Civil tal y como sucede en la cárcel de Palma, con la ventaja, además, en Maó de que la Benemérita dispone de una casa cuartel junto a la prisión.

El portavoz del sindicato UFP en Balears, Jaime Mulet, denunció que Socias no ha contestado aún a la petición cursada por el sindicato, y que la sorprendente decisión adoptada en Maó sin consulta previa incumple la normativa que obliga a convocar una reunión con representantes de los trabajadores de la Policía, es decir, la Comisión del Consejo de la Policía y la Comisión de Seguridad y Riesgos Laborales.

Sobre esta cuestión, el director insular de la Administración General del Estado en Menorca, Javier Tejero, se mostró abierto a mantener un encuentro con los representantes sindicales de la Policía en la Isla.

"No me he reunido con nadie porque nadie me lo ha pedido. Respeto su posición y estoy abierto a mantener una reunión si quieren hablar conmigo", comentó.

La Unión Federal de la Policía denuncia que el refuerzo es eventual

El portavoz de la Unión Federal de la Policía en Balears, Jaime Mulet, denunció que los cuarenta policías nacionales que se han incorporado hace unos días a la plantilla de Maó para velar por el control y la vigilancia del Centro Penitenciario Menorca tienen "carácter eventual", y que la mayoría de los agentes de refuerzo sólo permanecerá en la Isla hasta noviembre.

"Es cierto que luego tiene que venir gente nueva a la plantilla de Menorca, pero aquí no aguanta nadie. Nos han puesto el servicio en la cárcel, pero no estamos en las mismas condiciones que la Guardia Civil. Ellos tienen viviendas", aseveró.