En La Coruña. Con 19 años, éste es el segundo verano que ejerce como monitor en el Art Surf Camp de la playa de Razo, en Galicia - Xec Gomila

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Con apenas 20 años, Lluís Gomila Ferrero tiene claro que el surf es un estilo de vida. Y lo practica. No solo es su gran afición, sino también su trabajo. Nacido en Ciutadella en 1991, ejerce de monitor en el Art Surf Camp de la playa de Razo, en La Coruña, uno de los campos de aprendizaje de esta modalidad más grandes de Europa, con capacidad para 120 alumnos.

Tenía 17 años cuando empezó a trabajar en este centro. Previamente había sido alumno y los responsables de la empresa le animaron a formar parte de la plantilla al reparar en su destreza y dominio sobre las olas del Atlántico.

La historia de amor con el surf empezó para Lluís Gomila a edad temprana, animado por sus padres. Se inició en las playas menorquinas, como La Vall, Son Xoriguer o Cala en Bosc. Tras mucho practicar, obtuvo el certificado de técnico deportivo en iniciación al surf. Su trabajo en el Art Camp Surf le ha abierto un nuevo horizonte a nivel profesional y personal. "Para mí el surf es mi presente y mi futuro", afirma este menorquín apasionado por deslizarse sobre las olas. Cuando termine la temporada turística, en octubre tiene previsto visitar durante unos días la costa de Francia o Portugal para surfear por placer.

Después viajará a Barcelona para contactar con la marca de tablas que promociona, Crown Surf; y luego partirá hacia Lanzarote para ejercer durante el invierno de monitor. "Cuando digo a la gente que soy de Menorca, no se imaginan que sea una de las islas del Mediterráneo con más olas para surfear". Señala que cada vez que vuelve a Ciutadella, aprecia como la afición por el surf va a más en la Isla y destaca puntos como Cavalleria o Binimel·là para practicar. Considera que Menorca tiene la oportunidad de promocionarse como destino para la práctica del surf y convertirse en un referente en medio del Mediterráneo.