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Reyes Montiel, nacida en Madrid en 1970 y licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, es la presidenta de la Fundación Equo, una entidad nacida para el impulso de la ecología política y la equidad social que desemboca ahora en un partido político. La exdiputada por Izquierda Unida en la Asamblea de Madrid trabaja intensamente en un proyecto que verá a la luz en octubre, cuando se celebre la asamblea constituyente a nivel estatal.

¿Cómo y cuándo se gesta el proyecto Equo?
El año pasado por estas fechas ya había gente que estaba trabajando desde distintas organizaciones sociales planteando lo mal que está la política y lo difícil que es introducir propuestas nuevas dentro del esquema de partidos tradicionales. A partir de ahí pensaron que era una buena opción plantear nuestras propuestas, que rompen un poco con lo que hay.

Su intención inicial era crear una fundación y esperar un tiempo a crear el partido.
Sí, pero las circunstancias han mandado sobre nosotros. Queríamos crear una fundación, hacer unos estudios, unas propuestas y que luego desembocaran en una candidatura política. Los tiempos se han acortado.

¿Han obtenido respaldo?
Sí. Estamos gratamente sorprendidos por la respuesta. Tenemos ya más de 5.000 personas en la Equomunidad, donde participan a través de Internet con sus propuestas y opiniones sobre los problemas y soluciones que planteamos. A la gente le sigue interesando la crisis, el paro, la corrupción. Lo que le produce hastío es la manera cómo se trata.

¿Conseguirá Equo unir a las formaciones ecologistas?
Uno de los problemas que había en España era la atomización de las organizaciones ecologistas y verdes, que mucha veces por enfrentamientos personales no llegaban a cuajar como alternativa, como sí lo es en el resto de Europa. Pero ahora, hemos tenido la suerte de ver que la unión hace la fuerza.

¿Qué propuestas diferentes plantea Equo?
Queremos recoger el sentido de mucha gente que cree que no sirve la política tradicional, que hay soluciones que son del siglo XIX, y que los jóvenes no se ven representados en el sistema actual. No solo queremos ser innovadores en la propuesta sino también en cómo queremos hacerlo, en cómo queremos que la gente participe. No somos un partido militante, vamos a ser un partido de activistas. Y queremos trabajar por causas.