conseller. Luis Alejandre afronta esta nueva etapa reticente con la Ley de Incompatibilidades - Javier

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Tiene en el "congelador" su tercer libro, en esta ocasión basado en la recuperación y anexión dominicana a España. Sus obras centradas en expediciones militares tienen un objetivo claro, "que las nuevas generaciones sepan que en siglos pasados hubo gente que se sacrificó en las expediciones". El documento habla de 32.000 hombres enviados a República Dominicana y de los que murieron 8.000. Un libro que haba de sacrificio y esfuerzo, dos adjetivos que sin duda definen la trayectoria de Alejandre al frente de la Fundació Illa del Rei y que, a su vez, pretende hacer uso de ellas en su paso por la política. Indica que su vida de jubilado incluía "hacer de abuelo" y pasear por Maó pero que ahora, algunas de estas aficiones han tenido que amarrar a puerto para dar cabida a la res publica.

Su aplomo y valía a la hora de romper moldes le han situado al frente de una Conselleria, la de Transporte y Proyectos, en la que tendrá que lidiar con reivindicaciones históricas. Luis Alejandre Sintes (1941) cuenta con una arraigada trayectoria profesional enmarcada en el ámbito militar. Este general del ejército español tomó además el timón de la Illa del Rei para marcar un antes y un después en la rehabilitación de este conjunto histórico. Y aunque huya de la palabra liderazgo para defender "una tarea de grupo para integrar equipo" en lo que se refiere a esta recuperación, sin duda ha sido su afán y su insistencia las que le han permitido hablar de éxito. Es colaborador del periódico "La Razón" y de "El Periódico" de Catalunya, además de las universidades de Castellón y León y el Centro Español Superior de Defensa Nacional.

Su despacho está siempre abierto, le exaspera que la gente no tenga la oportunidad de expresarse. Por ello, tiene claro que quien toque a su puerta será escuchado y aconsejado. "Ésta es nuestra misión", resalta.

Tras ser conocido por sus logros a la cabeza de la Fundació Illa del Rei, inicia un nuevo ciclo en la política que le ha obligado a dejar su fundación debido a la Ley de Incompatibilidades. ¿Cómo afronta esta nueva etapa?
A Tadeo le costó cuatro reuniones. Además se unió a esta insistencia que Bauzá estudiara con mis hijos. Entre Bauzá, Tadeo y la Illa del Rei, me "engañaron" y aquí estoy. Es curioso porque me llaman por el hecho de que en la Illa del Rei he roto moldes y cuando llego aquí, una Ley de Incompatibilidades me obliga a dejar la presidencia, no mi actividad. Muchas de las leyes están hechas, en parte, a raíz del escándalo de Unió Mallorquina y lo cierto es que quien quiere hacer daño lo hará, haya o no haya leyes.

Coge las llaves de la Conselleria en un momento marcado por una situación complicada. ¿Cómo ha encontrado la caja de este departamento?
La Conselleria tiene dos patas, una de ellas es movilidad que la afronto sin problemas. En otros aspectos no puedo decir exactamente lo mismo. Tengo una buena relación con Damià Borràs y si he de reajustar alguna cosa se deberá a la situación económica puesto que intento no crear una ruptura sino una continuidad con el trabajo del anterior Ejecutivo. Menorca tiene una buena red de transporte público regular y discrecional que, desgraciadamente se deberá reajustar porque no se puede sufragar el gasto. En la parte de proyectos, mi misión es la de integrar esfuerzos de dos o tres consellerias de forma transversal. Lo importante es hacer gestión sin comprometer gastos que no podemos soportar.

¿Cuando habla de reajustes en transporte público a qué se refiere?
La red de servicio público es fundamental para el ciudadano pero ya hemos hecho algún reajuste en tarifas. Por ejemplo en el Bus Nit, hemos subido el precio para que nos cueste menos y, en segundo lugar, pretendemos rentabilizar los servicios. Es un problema de gestión y a lo que vamos es a hacerlo rentable.

Una de las reivindicaciones que ha heredado ha sido la del transporte aéreo. ¿Cuál cree que debe ser la fórmula para que funcione?
El problema es complicado. Me preocupan los billetes de los menorquines, en especial los que afectan a necesidades médicas, pero también los billetes de quienes quieren venir a Menorca y han de desistir. Esto crea un círculo vicioso, la gente encuentra un billete caro, por lo tanto no viene y, sin fluidez, los precios crecen. El Foro Menorca Illa del Rei tiene que sacar a la luz propuestas e iniciativas con una significación política conjunta con Canarias. Aún así, los problemas no son iguales y partimos ya con diferencias puesto que el carburante, que supone el 30 por ciento del billete, en Canarias es más barato o las tasas, que parece que son uno de los costes importes, sólo suponen un 4 por ciento. Si tengo 11.000 desplazamientos (6.000 enfermos y 5.000 acompañantes) a Palma por motivos médicos, y caros por ser billetes cogidos a último momento, debo cuantificar estos 11.000 y tal vez promover un paquete global de todos los billetes para que se pueda abaratar el coste.

¿Cree que un cambio en el sistema de bonificaciones puede ser una solución defendible ante el Ministerio?
Tengo casi claro que subvencionar en tantos por ciento es perjudicial porque crea una espiral de precios. La alternativa puede pasar por una subvención por número de pasajeros o incluso por asientos vacíos. El Ministerio ya ha estudiado un cambio de estructura. Pero no tiene un saco sin fondo. Mi mérito debe ser ayudarles a gestionar los más de 20 millones al año que dedica a subvenciones sólo para Menorca, entre transporte aéreo y marítimo. La respuesta puede pasar por aunar esfuerzos entre Gobierno, Govern y Consell y dejando una puerta abierta a la gestión privada, a los paquetes. Un modelo de gestión empresarial privada podría ser viable. Y es que si de Maó a Palma se realizan 275.000 viajes al año a 50 euros cada uno, suman 13,5 millones.

Y Menorca sufre además el agravio comparativo de la doble insularidad. ¿Qué análisis hace?
Menorca no tiene habitantes suficientes para asegurar una serie de líneas pero es importante que las salidas hacia Palma y Barcelona sean como 'shuttles', mucho más ligeras tanto en precio como agilidad, porque Palma y Barcelona ya nos permiten entrar en un mercado competitivo. Y estas escalas deben salir a un precio de declaración de servicio público mejor. Veo claro que el transporte aéreo de base pasa por una gestión mixta empresarial, como es el caso de los 11.000 pasajeros. Se pueden plantear opciones. Una de ellas es traer a los médicos aquí. Si se pondera el coste de los billetes, puede salir más rentable traer a los especialistas e invertir en sanidad. Y luego, tampoco puedo descartar que hubiera una subvención. Si subvencionamos los transportes públicos por carretera por qué no subvencionamos los aéreos. Pero esto depende de las posibilidades económicas.

¿La declaración de servicio público es eficaz en la Isla?
Esta elaborado con buena intención y debe mantenerse pero desde otro punto de vista, con otra visión. Menorca es un claro ejemplo de OSP.

Ante el hipotético caso de que en las elecciones del 20N haya un cambio de color de Gobierno, ¿puede este cambio afectar a las negociaciones iniciadas?
Todo cambio entraña una parada en las negociaciones. Nuestros problemas en carreteras, por ejemplo, proceden de convenios con Fomento y el Govern balear porque el Consell no tiene ingresos directos. No cuenta con más entradas que las del Govern y aún se nota que el proceso electoral no está cerrado. Tenemos tres anualidades de 2,9 millones cada una del convenio de carreteras que aún no han llegado. Y no podemos hacer milagros. Aún gracias de que las rotondas no protestan pero hay consellerias que tratan con personas y que tienen problemas por estos incumplimientos.

Respecto al Plan de Carreteras, ¿es el desdoblamiento una quimera o una inversión posible?
Si hay consellerias que no pueden pagar a los asistentes sociales, es una utopía hablar de una inversión de 200 millones para un desdoblamiento. Pero lo que nosotros podemos hacer con el convenio de carreteras con el Ministerio ya entraña una mejora sustancial de la carretera. Se invierten 25 millones en la variante de Ferreries, además ya está prácticamente aprobado el proyecto del tramo Maó-Alaior. Y la semana que viene iniciamos el trámite para el tramo Ciutadella-Ferreries, con la finalidad de impulsar trabajo en Menorca y mejorar las carreteras. Mientras, habrá que avanzar en el Plan de Carreteras, que está aprobado inicialmente. Yo soy más partidario de lo posible que lo deseable, porque son fondos que ya deberían haberse gastado en 2010 y que acaban el 2014. Si perdemos otro año en definir el Plan nos encontraremos en 2014 sin ejecutar las obras. A modo de ejemplo, el tramo Maó-Alaior fue aprobado el 16 de agosto y cumpliendo los plazos las obras no comenzarán hasta finales del año próximo, por eso hay que acelerar los trámites.

Las obras de la variante han causado alguna que otra retención. ¿Cómo valora el avance de este proyecto?
Muy positivo y con buena integración. El proyecto no podía pararse puesto que 15 o 25 días sin trabajo hubiera incrementado el coste de las obras enormemente. El anterior equipo hizo un buen esfuerzo técnico. Mentiría si dijera lo contrario.

¿Los accesos a playas vírgenes requieren una solución global o el caso de Cala Mitjana es un tema puntual?
Las playas tienen una capacidad determinada y los aparcamientos deben ser proporcionados. Queremos soluciones globales. Muchas ya están tomadas. En Ciutadella lo tienen muy bien organizado en la ronda sur. El aparcamiento de Cala Mitjana está mal situado. Hay dos alternativas, una es expropiar y ubicarlo en otra parcela cercana o integrarlo en un aparcamiento de Cala Galdana. Además, debemos implicar a los ayuntamientos. También es necesario informar a la gente a través de una página web de qué playas están llenas y cuales no.

Su departamento de proyectos trabaja codo con codo con las consellerias de Patrimonio y Ordenación del Territorio para preparar el camino del proyecto de Torralbenc Vell. A partir de ahí, ¿qué actitud debe ser la del Consell ante cualquier proyecto que vaya a suponer un impacto?
El Consell debe ponderar. En el caso de Torralbenc, por ejemplo, les dijimos, si invertís nueve millones, dais trabajo a 44 personas y salváis un poblado talayótico para integrarlo en la Xarxa Monumental, el punto de vista es muy diferente. No podrán hacer el cien por cien de lo que querían pero a cambio no les damos un no absoluto sino un sí condicionado. Si queremos turismo de calidad en Menorca y no queremos un todo a cien, debemos permitir que haya buenas inversiones.

Respecto al transporte marítimo, ¿la puesta en funcionamiento del dique de Ciutadella ha cambiado la visión del puerto de Maó?
Ha cambiado el mapa de Menorca. El puerto de Maó ha perdido un 40 por ciento de tráfico. Las crisis entrañan arremangarse. Y si este cambio representa una mejora de las comunicaciones y un abaratamiento de costes, bienvenido sea.