Auténtica encrucijada a la que se enfrenta el transporte aéreo insular a la vista de la evolución del trafico en el Aeropuerto de Menorca. Una mirada a los últimos 10-15 años arroja un panorama inquietante en lo que a número de operaciones, impacto en la temporada turística y comportamiento de los principales mercados emisores se refiere. En positivo, un dato a destacar, el que refleja el incremento de los pasajeros nacionales e italianos registrado entre 2001 y 2010, cifrado en un 50,9 y un 36,2 por ciento, respectivamente.
Al margen de esta tendencia al alza, el aeródromo menorquín se apunta a las "pérdidas". En el período analizado, el volumen total de pasajeros descendió un 11,1 por ciento, anotándose caídas muy significativas los mercados alemán (-62,5 por ciento) y británico (-41,5 por ciento). Estos retrocesos impactan de manera notable en la duración de la temporada turística que ha ido acortándose a medida que las operaciones bajaban en el Aeropuerto de Menorca.
Finalmente, no se aprecia una evolución destacable por lo que respecta al tráfico interinsular, que se ha mantenido prácticamente inalterado en los últimos diez años, en lo que a cómputo global se refiere, habiéndose pasado de los 266.280 pasajeros de 2001 a los 267.669 del año pasado (el 29,13 por ciento de las operaciones nacionales frente al 19, 4 por ciento). El incremento resulta significativo si analizamos las operaciones con Eivissa, destino por el que se apostó con vuelos directos recientemente.
En este sentido, con la demanda estancada avanzar en un descenso de precios en los vuelos a Palma de Mallorca se antoja complicado, sin bien debería apostarse por las conexiones con la Península, habida cuenta el aumento experimentado por los pasajeros nacionales.
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