Sesión. Salvador Botella y Vicenç Tur se enzarzaron en una batalla dialéctica durante el pleno - Javier

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La contratación de un crédito del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por valor de 1.198.000 euros permitirá al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó liquidar 300 facturas pendientes de pago a pequeñas y medianas empresas, todas ellas emitidas antes del pasado 31 de abril.

El pleno municipal aprobó ayer por unanimidad la propuesta que posibilitará al Ayuntamiento acogerse a la línea de préstamos específica para corporaciones locales.

Durante su intervención, el portavoz del Grupo Municipal del PSOE, Vicenç Tur, mostró su apoyo al equipo de gobierno popular aunque barrió hacia casa recordando que fue el Gobierno central quien impulsó, a principios del pasado mes de julio, la creación de una nueva línea de avales del ICO a través de la que se pretende aliviar los problemas de liquidez de empresas y autónomos al facilitar los pagos de sus deudas pendientes con entidades locales.

Esta reflexión no agradó al teniente de alcalde de Servicios Generales, Salvador Botella, quien acusó a Tur de "haber iniciado la campaña de cara las próximas elecciones generales". En este sentido, no dudó a la hora de culpar al exalcalde de la difícil situación económica en la que se encuentra el Ayuntamiento. "Nos dejó una herencia de 1.654 facturas pendientes por valor de 8 millones de euros", matizó Botella.

Ante esta recriminación, Tur tomó de nuevo la palabra para puntualizar que, durante el anterior mandato, las facturas a los proveedores se pagaban en un plazo de entre 150 y 180 días, muy por debajo de la media de las entidades locales de Balears.

"En el país de los tuertos el ciego es el rey", espetó Botella tras la intervención del portavoz socialista. El teniente de alcalde de Servicios Generales acusó a Tur de intentar maquillar las cifras y apuntó al posibilidad de que el Ayuntamiento se vea obligado a solicitar un nuevo crédito a corto plazo para hacer frente al resto de facturas pendientes.

"Nuestro objetivo primordial es pagar a los proveedores en un máximo de 60 días", concluyó.

El PSOE se resigna ante el cambio de ubicación de la paella

La coincidencia de la paella popular incluida en el programa de actos de las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia y el pregón alternativo impulsado a través de las redes sociales por los ciudadanos contrarios al cambio de fechas realizado por la nueva Corporación centraron el debate durante los últimos minutos del pleno.

Unas horas antes del inicio de la sesión plenaria, el equipo de gobierno optó por modificar la ubicación de la paella, que pasará a celebrarse en la Plaça Espanya.

La concejala de Fiestas, Elisa Mus, señaló que esta decisión demuestra que la intención del PP no ha sido en ningún momento entorpecer la celebración del ya conocido como pregón alternativo.

Asimismo, la edil aclaró que la paella popular estaba prevista desde el principio para el día 6 en la Plaça Constitució y achacó a un error de imprenta que el programa contemplara la celebración del acto el día 5.

Finalmente, Mus acusó al PSOE de instigar la polémica surgida en relación al cambio de fechas del pregón.

Tur se defendió de las acusaciones alegando que su partido tan sólo ha mostrado su posicionamiento y se resignó ante el cambio de ubicación de la paella "aunque hubiéramos preferido que se llevará a cabo el día 5".