"Rissaga". Emergencias desactivó ayer la alerta amarilla - Archivo

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La alerta de "rissaga" activada en los dos últimos días en el puerto de Ciutadella afectó el tráfico de las golondrinas que se vieron obligadas a operar en el dique. Las barcas "San Telmo", "Fiesta" y "Jumbo" zarparon y desembarcaron en el puerto exterior el jueves, mientras que ayer sólo salió del dique el "Jumbo", debido a que el puerto se reabrió a media mañana y el "Fiesta" pudo operar en el puerto natural.

Según fuentes de los empresarios de las barcas turísticas, los avisos de "rissaga" suponen un trastorno. "La mayoría de los clientes vienen por agencia y debemos avisar con antelación para que los autobuses puedan transportar a los clientes hasta el dique. De igual modo, hay que avisar si, de retorno, las barcas tienen que atracar en el dique". En cualquier caso, los empresarios afirman que "este año al menos tenemos el dique para realizar el embarque y desembarque de pasajeros cuando el puerto se cierra, y como mínimo, no perdemos ningún día de trabajo como ocurría cuando aún no funcionaba el puerto exterior".

Sin embargo el sector considera "exagerado" que el puerto se cierre por alerta amarilla de "rissaga". Esta vez, por ejemplo, según los propios empresarios, las oscilaciones del mar no han alcanzado el medio metro. "Incluso los pasajeros se extrañaban de que hubiera 'rissaga' con un mar en plena calma". Los titulares de las golondrinas de Ciutadella están a la espera del anuncio del Servei de Ports que se comprometió a revisar el sistema de cierre del puerto por alerta de 'rissaga'.