Desaladora. La planta está acabada y ya ha superado varias pruebas, pero no produce porque los tubos no llevan el agua a ningún lado - Paco Sturla

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Tres millones de euros podrían ser la clave para que la planta desaladora de Ciutadella empezara a funcionar.

El Govern balear pretende que el Ministerio de Medio Ambiente se haga cargo de la construcción de la conexión de la planta con los depósitos municipales de agua de Ciutadella. Solamente entonces la planta estaría en condiciones para empezar a producir agua en cantidades suficientes para que resulte rentable poner en marcha la instalación.

Así lo explica el director general de Recursos Hídricos del Govern, Salvador Padrosa, quien entiende que no tendría sentido arrancar la desaladora solamente para suministrar agua a la urbanización de Cala en Bosc. "El rendimiento económico no sería el conveniente", explica.

Cabe recordar que, desde el momento en que el Govern ponga en marcha la planta y, por lo tanto, asuma la titularidad de la misma, deberá pagar en quince años el coste de su construcción a la empresa que la levantó.

Tal como informó este periódico, en cuanto el Ejecutivo autonómico recepcione la planta, deberá pagar unos tres millones de euros al año (8.000 euros al día) a la unión de empresas Acciona y Tolo Pons SL. Esto podría hacer pensar que estas empresas querrían que, ahora que las obras están acabadas, el Govern recepcionara cuánto antes la instalación para empezar a cobrar.

No obstante, Padrosa cree que "estamos todos en el mismo barco, y la empresa es la primera interesada en que la planta funcione a pleno rendimiento, por lo que no creo que haya problemas en este sentido".

La gran incógnita sobre la puesta en marcha de la desaladora sigue siendo el precio al que se venderá el agua. En este sentido, Padrosa no quiere avanzar ningún dato, y simplemente asegura que los técnicos autonómicos están analizando el precio que ha propuesto la empresa concesionaria (se habló de 1,25 euros por metro cúbico, cuatro veces más de lo que se paga ahora), una tarifa que también se estudiará en una reunión con el Ministerio de Medio Ambiente.

A pesar del secretismo, Padrosa entiende que "no podemos repercutir todo el coste de la desaladora sobre Ciutadella", por lo que apuesta por una insularización de la infraestructura.

Este periódico ya informó un año atrás de la existencia de un proyecto para hacer llegar el agua desalada a toda la Isla, mediante una tubería, varios depósitos y bombas de impulsión.

El nuevo Ejecutivo autonómico del PP calcula que esta iniciativa para llevar el agua hasta Maó costaría unos 20 millones de euros, un dinero que, según Padrosa, también debería aportar Madrid.

"Solamente con una iniciativa de este tipo la desaladora tendría un rendimiento óptimo y sus costes quedarían repartidos entre todos. Sabemos que es una obra ambiciosa y que debemos pensar a medio o largo plazo, pero debemos empezar a caminar en esta dirección", comenta el director general.

Mientras el agua desalada no llegue a toda la Isla, cabría pensar que el coste de tener la planta en marcha deberá asumirlo por completo Ciutadella. Padrosa matiza esta reflexión, y abre la puerta a unas tarifas que no obligatoriamente tengan que cubrir la totalidad del coste de funcionamiento de la infraestructura impulsada por Jaume Matas cuando era ministro de Medio Ambiente.

"Si no compra toda la Isla, el precio no será asumible"

El Ayuntamiento de Ciutadella está a la espera de que el Govern balear marque el precio del agua que saldrá de la planta desaladora para fijar su posición. Así lo asegura el concejal de Servicios Generales, Pedro Gener, quien prefiere ser cauto a la hora de hacer declaraciones sobre un tema que califica de "muy delicado".

A pesar de que el Govern ya planifica la conducción de agua entre la planta y los depósitos de Ciutadella, según Gener el Consistorio aún no ha definido si comprará agua ni en qué cantidad.

A pesar de eso, el edil tiene claro que el coste del agua desalada no será asumible si solamente tienen que pagarlo los habitantes de Ciutadella.

"Solamente si se plantea una infraestructura a nivel insular el precio será asumible", asegura, por lo que defiende que el resto de Menorca también compre agua desalada.

De todos modos, Pedro Gener reitera que "la pelota está en el tejado del Govern, puesto que lo importante es saber el precio del agua".