Inauguración. Los residentes han disfrutado del transporte público poco más de cuatro meses - Archivo

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Los residentes en Llucmaçanes lamentaron ayer la decisión del Consell insular de suprimir la línea de autobús que une este núcleo de Maó con la ciudad a partir de hoy viernes, una conexión que sólo ha estado operativa durante los meses de verano. La junta directiva de la Asociación de Vecinos de Llucmaçanes expresó su malestar, a través de una nota de prensa, tras ser informada por la Conselleria de Movilidad, que dirige Luis Alejandre, de la supresión de esta ruta de transporte público que empezó a funcionar en mayo, y reclamó que se reconsidere la decisión.

Según los vecinos, la única explicación ofrecida por el Consell es que mantener el autobús entre Maó y Llucmaçanes supone un gasto demasiado elevado, y como alternativa se plantea "un servicio de taxi a la carta", explicó la asociación, "que cubriera las frecuencias que ahora tenemos, pero mientras se negocia esta nueva modalidad de transporte nos quedamos sin nada". La entidad subraya que hay numerosas personas que residen en Llucmaçanes que necesitan el minibus (la línea se cubría con un vehículo de ocho plazas) para numerosas actividades cotidianas como ir al trabajo, llevar a los niños al colegio o simplemente hacer la compra, y que con la suspensión de la ruta se pone punto y final a una experiencia -reivindicada desde hace tiempo por los vecinos del núcleo-, cuyo éxito o fracaso no se puede valorar con un funcionamiento de poco más de cuatro meses.