Estación. El autobús de Llucmaçanes ayer tarde en la estación, donde los vecinos habían convocado una protesta que no llegó a celebrarse - Gemma Andreu

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La Conselleria de Movilidad estudia cómo optimizar todas las líneas del servicio público de autobús de Menorca y reconducir un déficit que, según declaró ayer el titular del área, Luis Alejandre, es insostenible y "lleva al Consell a la ruina".

Alejandre salía así al paso de las críticas realizadas por la Asociación de Vecinos de Lluc­maçanes, ante el anuncio de la supresión de la ruta que conecta este núcleo de Maó con la ciudad desde el pasado mayo, y aseguraba que la entidad "se ha precipitado" en su reacción, ya que de momento la línea de autobús continúa y desde Movilidad se informó a los residentes del coste del servicio y "les invitamos a sugerir alternativas, les pedimos que nos ayudasen, no hay que romper los diálogos", recalcó el conseller.

Alejandre explicó que se han mantenido reuniones con residentes de otros núcleos y urbanizaciones, cuyas líneas de autobús son deficitarias, como la de Punta Prima, no únicamente con los de Llucmaçanes; asimismo, la Conselleria analiza la viabilidad de servicios como los del Bàsquet Bus y el Bus Nit. Como ejemplo, el conseller se refirió al autocar que cubre la ruta desde Fornells hasta el pabellón del Menorca Bàsquet, que tiene una ocupación media de tres pasajeros.

"Los asientos vacíos se pagan", recordó el conseller, quien sin embargo descartó revisar o suprimir las líneas del Jaleo Bus por su importancia social. Estas líneas "suponen un importante ahorro de parking" en las localidades que celebran sus fiestas patronales "y contribuyen a reducir el número de accidentes", manifestó Alejandre.

Coste millonario

La red de transporte público insular tiene un coste de tres millones de euros anuales que "no los vamos a tener", avanzó el conseller de Movilidad, debido a la difícil situación económica que atraviesa el Consell. Un coste que, además, "no está presupuestado", añadió, y que se ha ido cubriendo con partidas extrajudiciales. A lo largo de la pasada legislatura el pleno aprobó el reconocimiento de estos créditos dirigidos a cubrir el déficit generado en las líneas del transporte regular de viajeros en autobús.

Una red que el PP quiere mantener, aseguró Alejandre, pero "hay que tender al equilibrio presupuestario, por eso estamos estudiando soluciones, como el autobús y el taxi a demanda, una iniciativa que ya funciona en Mallorca". A pesar de todo, el conseller dejó claro que aún no se ha decidido la supresión de ninguna línea, ni siquiera la de Llucmaçanes, al tiempo que recordó que se han abierto nuevas rutas, como la de Ciutadella a Son Saura "por iniciativa de las compañías y que funcionan muy bien".

"El Consell difícilmente puede abordar los servicios altamente deficitarios", subrayó Alejandre, quien insistió en que se buscan soluciones para optimizar las líneas y pidió "comprensión" ante las medidas que deba tomar su departamento, así como "ayuda para las soluciones que adoptemos".

El coste es de 25 euros por viaje y persona transportada

El Consell insular concedió la línea de autobús entre Maó y Llucmaçanes a la empresa Transportes Menorca, que a su vez la subcontrató a la firma Norbus. El servicio de transporte público entró en funcionamiento, tras años de reivindicación de los residentes, a comienzos del pasado mayo, poco antes de las elecciones locales que dieron al PP el gobierno, tanto en el Consell como en el Ayuntamiento de Maó, y fue una de las últimas decisiones de la Conselleria de Movilidad dirigida por el PSOE.

Luis Alejandre aseguró ayer que estos cuatro meses de autobús a Llucmaçanes han costado a la institución 22.000 euros. Dada la capacidad (ocho plazas) del autobús y la ocupación registrada, la ratio que resulta es de 25 euros por viaje y persona transportada. Un precio que, dadas las dificultades económicas que atraviesa el Consell, se considera excesivo, incluso superior al precio de una carrera de taxi.

Protesta

La Asociación de Vecinos de Llucmaçanes había programado para ayer tarde una protesta en la Estación de Autobuses de Maó, con la intención de reclamar al Ejecutivo insular que no suprima la línea de autobús. Sin embargo, los residentes decidieron suspender la movilización y sentarse a negociar de nuevo con la Conselleria de Movilidad.

Una de las posibilidades que estudia el Consell para no dejar sin transporte público al núcleo de Maó es, según indicó el conseller Luis Alejandre, que el autobús que cubre el recorrido entre la ciudad y el Aeropuerto realice dos paradas diarias, por la mañana y al mediodía, en Llucmaçanes.