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"Biel Camps es un interpretador del paisaje. Tras captar la sugerencia que el mismo retazo de campo le pone en evidencia, lo transforma en expresión y sensibilidad a través de la paleta. En una calculada labor de síntesis tamiza todo lo que su espíritu artístico considera inútil, consiguiendo una pintura armónica y equilibrada… en suma, Biel Camps pinta paisaje despintando el paisaje. Sin dejarse atrapar por las impresiones puramente visuales, crea su entorno haciendo del ambiente el principal protagonista de sus cuadros" (Pepe Torrent Prats).

Difícilmente podría ofrecer una presentación mejor de Biel Camps Sureda que ésta del que fuera su maestro, de Pepe Torrent, uno de nuestros pintores más emblemáticos, uno de los grandes artistas pictóricos menorquines.

Naciste en Ciutadella pocos días después de la sublevación militar que se produjo en Melilla y que desembocó en nuestra guerra fratricida, ¿fue tal como digo?
Lo fue, puesto que nací el 22 de julio de 1936, cuando nuestra "tragedia nacional" acababa de empezar.

Tiempos difíciles aquellos por lo que me imagino que tus recuerdos no serán excesivamente halagüeños pero, la vida siguió su curso y tú, inmerso en aquella vorágine fuiste haciendo camino, ¿cuáles fueron tus inicios escolares?
Mi primer contacto escolar lo tuve en la escuela del Seminario, cuyo profesor era Gabriel Gelabert Seguí, de ahí pasé al colegio público "Joan Benejam", para finalizar mis estudios en el colegio de los Salesianos, en "Calós".

Y de allí, por exigencias del guión, al tajo, ¿cuántos años tenías?
Catorce y me inicié como aprendiz de grabador bajo la tutela de mestre Perico Torres, en Helios; luego estuve trabajando en la fábrica de Bosco Marqués durante 12 años y acabé mi vida laboral en Denix.

¿Por qué grabador?
Por la creatividad que dicha profesión tiene ya que no solo debes saber trasladar los dibujos de los modelos al metal con que trabajas, sino que tu mismo debes crear tus propios dibujos.

Oficio, el de grabador, que va desa­pareciendo.
Lamentablemente es así, pero las técnicas cambian y los oficios manuales, los creativos van desa­pareciendo

Trabajabas  y estudiabas, porque simultaneabas ambas cosas.
Así lo hacía; a los 13 años comencé a ir a clase de dibujo en la Escuela Municipal, con José Torrent como profesor; las clases se impartían en las dependencias del antiguo juzgado, en la calle obispo Torres y posteriormente se trasladaron  al Colegio des Born.

Clases con un  horario bastante exigente.
De siete a nueve de la tarde/noche, todos los días laborables y acudí a ellas durante 11 años, concretamente hasta que comencé a cortejar.

En aquellos años la pintura era una actividad complementaria, yo diría que pasaba por un estado embrionario que dio paso a una etapa mejor, ¿cierto?
Sí, porque no gozaba de la salud de ahora, posiblemente porque los recursos de entonces  eran muy escasos y lo eran en todo;  una prima mía, Nina Camps fue   pionera en lo que a materiales que para dibujar y pintar se requieren, pero de una forma u otra, con limitaciones o sin ellas, yo iba cubriendo etapas.

A ti se te define como paisajista, ¿te consideras como tal?
Sí, preferentemente soy paisajista, aunque también me he sumergido en otras aguas, como por ejemplo el retrato.

Si, porque sé que pintaste, entre otros, al barítono Joan Pons Álvarez.
Al que pinté con la vestimenta que suele usar para interpretar  al barón Scarpia, en "Tosca",  de Puccini.

También ha habido otros retratos, ¿cuáles?
Aunque no me he prodigado en este campo he pintado a tres obispos, Manuel Moll Salord, Rafael Álvarez Lara y Antoni Cardona Riera y además, dos hijos ilustres de Ciutadella, Antoni Seguí Sintes y Pepe Torrent.

¿Tu maestro?
Sí, mi maestro con el que posteriormente mantuve una excelente relación de amistad; Pepe Torrent era, además de un gran pintor, un personaje entrañable.

De ti también afirman que eres un pintor de marinas y de 'tanques'. ¿Lo aceptas?
Claro, porque lo soy,  incluso pienso que a un pintor menorquín ambas cosas le atraen de una manera especial, son dos exponentes de nuestra tierra, de nuestra isla; el mar, nuestro mar, y nuestras 'tanques', que son algo muy nuestro, y pintarlo, al menos para mí, constituye un placer.

Pero también has pintado paisajes urbanos y diversos mercados.
Sí, porque todo lo que tiene vida me interesa; los mercados como el de Valldemossa, Sineu, Felanitx o el de Ciutadella, pongamos como ejemplo, tienen un encanto especial, como lo tienen todos los mercados y yo intento trasmitir su vida, sus colores incluso sus olores, sí, también sus olores; es un intento que algunas personas han sabido captar a través de mis cuadros.

Con tu pintura, ¿qué pretendes trasmitir?
Sobre todo sensaciones y convertir el ambiente que rodea mis cuadros en el principal protagonista recuerdo una definición al respeto que dice así: "las obras del talento son obras que están bien porque todo está bien, las obras del genio son las que están bien a pesar de lo que está mal".

Es parecido a lo que Torrent dijo sobre tus obras, "que pintabas el paisaje despintando el paisaje".
Al maestro hay que darle la razón, aunque yo no me considero un genio, soy un pintor autodidacta que José Torrent ayudó a modelar y sobre todo a crear en mí una gran inquietud por ir mejorando constantemente sin caer en la autocomplacencia.

José Torrent era muy exigente en lo que a la importancia del dibujo se refiere, tú también lo eres, pero, ¿existen otras semejanzas?
Hay quienes dicen que de él, del maestro, aprendí el valor de la pincelada, y el concepto del campo menorquín así como otros detalles como son las estructuras de determinados objetos pictóricos, las barcas, las formas de los árboles…

Tus barcas, las que has trasladado a tus lienzos no vuelan sino que reposan sobre el agua, están vivas y en su elemento.
Como hemos comentado las barcas son muy difíciles de pintar, son estructuras que has de convertir en elementos pictóricos con su fragilidad y sus múltiples variaciones.

¿Cuál es tu pintor favorito?
No citaré a los menorquines, para no olvidarme de ninguno, aunque haré un lacónico recordatorio de Torrent, Vives Llull, Delfín Serra, Sans Huguet, Juan Serra, e iré directamente a mi favorito, el catalán Isidre Nonell i Monturiol, miembro de la "Colla del Safrà", un artista impresionante y de un carácter cáustico e independiente muy definido, su frase "jo pinto i proa", le retrata suficientemente.

Pintor pero también escultor.
Así es porque de hecho he incidido en este campo, pero nunca he expuesto mis obras escultóricas, todo lo contrario que mis cuadros que he colgado no solo aquí en Menorca sino también en Mallorca.

Y con bastante asiduidad.
Digamos que unas treinta veces en solitario y otras muchas en colectivas.

¿Has podido vivir de la pintura?
Yo siempre he trabajado en lo que era mi oficio y la pintura me ha permitido vivir mejor, por ello siempre afirmo que ha sido un complemento, digámoslo así, muy importante
Si decidieras perderte en tu ciudad, en Ciutadella, ¿en qué rincón debemos ir a buscarte?
Ciutadella tiene tantos rincones para perderse que difícilmente podría señalarte uno en concreto; Ses Voltes, Es Born, toda ella es de una gran belleza plástica inusual, pero no sólo la ciudad en sí misma  sino también su campo y su costa, Macarella, La Vall, y otros muchos lugares entrañables.

A tus 75 años, ¿sigues pintando?
Sí, y cada día; sin forzar la máquina pero con la asiduidad de alguien que goza de su trabajo; posiblemente este verano, por su enorme calor, humedad y demás circunstancias irregulares, haya pintado menos que en otras ocasiones, pero sigo "agarrado" a los pinceles con la ilusión de un principiante.

Por Sant Joan, tu casa ubicada en la calle del Dormidor de ses Monges está en pleno meollo de "ses festes sanjoaneres", ¿cómo las vives?
Con plenitud y con el espíritu de alguien que se siente identificado con su pueblo, y por supuesto con las fiestas patronales de su ciudad; sin embargo no ignoro que todos sentimos y gozamos de las fiestas de nuestras respectivas ciudades porque, para todos nosotros, son especiales.

¿Cómo conceptúas el cambio operado en Ciutadella?
De radical. Aunque Ciutadella no ha sido la excepción, ya que el mundo, en su conjunto, ha cambiado de una forma total y absoluto, un cambio que en ocasiones nos confunde e incluso nos preocupa.

Porque no todo ha sido positivo.
Efectivamente; antes, en nuestra juventud carecíamos de muchas de las cosas que hay abundan e intoxican a los jóvenes, drogas, clubs nocturnos, en fin, muchas tentaciones.
Aunque la evolución ha tenido sus cosas buenas.

Indiscutiblemente es así, pero se han perdido valores que para nosotros eran esenciales, como es el valor del esfuerzo o la importancia de la lectura.

¿Te atrae la literatura?
Entre mis aficiones están la lectura y el cine. El "Quijote" lo he leído 6 veces, ya que es un libro que siempre me sorprende y emociona. Como dato sobre mi pasión por el cine, te diré que a "Moulin Rouge", con la extraordinaria interpretación que de Toulouse-Lautrec realizó José Ferrer, acudí a verla cinco veces seguidas, ¡imagínate!

Me imagino que eres de los que viven y dejan vivir, sin embargo ¿cuál es tu norma de vida?
Efectivamente, ni soy rencoroso ni he fastidiado a nadie, pero mi particular norma de vida procede  del consejo que recibí de un amigo, fue éste: "Salud,  poca memoria y saber en qué escalón estás". La salud es fundamental para todos, recordar las cosas imprescindibles, sobre todo las buenas, también lo es, aunque la memoria es incontrolable y no digamos de saber estar al nivel que te corresponde; receta esta que con estos tres ingredientes conforma una pócima casi milagrosa.

¿Te preocupa el futuro?
A los 75 años ya no me preocupa, si tuviera 40 mi respuesta sería diferente; ahora me preocupa  no en lo personal sino respecto a mi familia, a mi entorno más directo, esposa, hijas, nietos, yernos, amigos a los que deseo lo mejor del mundo y que la felicidad rodee sus vidas.

Según tú, Menorca ¿qué necesita?
Un cambio en profundidad y que acertemos en el diagnóstico y vayamos todos unidos en la misma dirección, porque el presente es confuso y hemos de afianzar el futuro.

El 20-N, ¿irás a votar?
Por supuesto, siempre he ido y en ésta ocasión también iré, dado que lo considero como una aportación  positiva  para el futuro inmediato de España.

¿Te interesa la política?
Sin estar inmerso en ella la política me interesa como a cualquier ciudadano responsable y con voluntad de ser positivamente crítico.

¿Eres creyente?
Lo soy, como también soy practicante dentro de mis limitaciones.

Como la mayoría de nosotros; cuando miras hacia atrás, ¿qué sientes?
Muchas, muchísimas cosas; sobre todo lo bueno aunque hay recuerdos imborrables que al producirse sentiste un gran vacío, ya sabes, las múltiples caras de la vida; también siento un gran respeto y una enorme gratitud para con mi esposa…

Con tus cuatro nietos dando colorido a tu vida –a la vuestras–, ¿qué le pides a la vida?
Decir que salud suena a tópico pero es así aunque lo importante, en éste escalón de mi vida es tener la energía suficiente para vivir el día a día.
Que es como decir el coraje de ir haciendo camino con el temple y la ilusión de un chaval que un día  quiso ser grabador, lo fue, y que además se convirtió en pintor.