Cantante. El artista cubano grabó el disco "Calma" el mes de octubre de 2009 en Nueva York - Melodia.com

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El músico Omar Sosa (Cuba, 1965) está entre los nominados de los Latin Grammy, en el apartado de instrumental, con el disco "Calma" que, en sus propias palabras, es una grabación dedicada a Menorca. Sosa ha veraneado durante más de 12 años en la Isla y el pasado mes de junio decidió establecer su residencia en Binissafúller Roters, Sant Luís, acompañado de su esposa y de sus dos hijos.

"Calma" es el vigésimo segundo disco de Omar Sosa en su trayectoria musical y el quinto que recoge su inspiración a partir del piano en solitario. Contiene trece improvisaciones en las que fusiona elementos estilísticos del jazz, música clásica y música electrónica, entre otras. Las canciones son "La salida del sol", "Ausencia", "Caminando juntos", "Esperanza", "Inocencia", "Oasis", "Aguas", "En busca", "Danza de la reflexión", "Flores de otoño", "Reposo", "Madre" y "Puesta de sol".

Omar Sosa afirma que no es la primera vez que está nominado a los premio Latin Grammy, puesto que en 1992 ya lo estuvo con el disco "Sentir", una mezcla de música afrocubana, afroamericana y marroquí. Además, la grabación fue distinguida por la Asociación de Periodistas Americanos como el mejor disco del año. "He estado nominado en seis ocasiones, pero en ninguna de ellas he conseguido el premio. Al principio me hacía mucha ilusión, pero con los años ya no es lo mismo. Aún así, espero conseguirlo alguna vez", asegura el cantante.

Sosa es un buen conocedor y admirador de la Isla, pues no en vano durante más de doce años ha veraneado en ella. Además, en junio decidió establecer aquí su residencia, junto con su mujer catalana y sus dos hijos. "Yo soy isleño y me gusta Menorca, es como una gran familia, la gente te saluda por la calle y el ritmo de la vida es más pausado, algo que me interesa a mi y a mi familia", asegura.

El título del disco con el que ha sido nominado a los Latin Grammy, "Calma" es toda una declaración de intenciones del cantantes. "Menorca es la personificación de la calma, la luz es impresionante y ver las puestas de sol es un regalo", concluye.