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La impotencia con la que el nuevo equipo de gobierno se enfrenta a las graves dificultades que atraviesa el Ayuntamiento de Ciutadella se debe agravar a la vista de las conclusiones de la Sindicatura de Cuentas contenidas en el informe agregado de las cuentas generales de las entidades locales de las Illes Balears correspondientes a 2008.

Según estas conclusiones, el Consistorio ciutadellenc presentaba un balance saneado. "El Ayuntamiento disponía de circulante para enfrentarse a sus obligaciones más inmediatas y su disponibilidad es alta, pese a que tiene un 28,1 por cien de derechos pendientes de cobro de presupuesto corriente", señala el documento.

El órgano fiscalizador añade que el resultado económico-patrimonial es positivo y que el Ayuntamiento muestra capacidad de financiación por el resultado presupuestario de operaciones no financieras (no vinculadas al crédito), además de presentar un remanente de tesorería para gastos generales positivo y, "por tanto, dispone de una fuente de financiación para ejercicios futuros".

La lectura de estas conclusiones conduce a preguntarse cómo se ha deteriorado tan rápidamente la situación y el análisis pormenorizado del informe da algunas pistas. Así el balance saneado ha de ponerse en concordancia con un nivel de ejecución del presupuesto de gastos por debajo del 70 por ciento, lo que implica dejar de efectuar pagos e inversiones que, en ocasiones se posponen a ejercicios futuros.

También de desprende del informe, la dificultad del Ayuntamiento para hacer efectivos derechos pendientes de cobros de ejercicios pasados, casi la mitad de los cuales (43,9 por ciento) supera los cinco años de antigüedad. En este sentido, el documento revela que junto con Inca y Marratxí, Ciutadella cuenta con saldos pendientes con antigüedad superior a 20 años, que son difícilmente realizables.

Un último dato. Durante el ejercicio analizado, el Ayuntamiento de Ciutadella aumentó su endeudamiento, cerca del 25 por ciento, porcentaje que se ha ido incrementando progresivamente hasta el punto de que el balance, tres años después, dista mucho de estar saneado.